Estaba en las principales listas de búsqueda de la policía española e internacional y había conseguido huir de todas ellas. En Ecuador ha terminado la escapada de la ley de Viviana Andrea Vallejo, gracias a la cooperación de las fuerzas de seguridad. Acusada de trata de seres humanos con fines sexuales, tráfico de drogas y blanqueo de capitales, había creado en Elche su base de operaciones para prostituir a una gran cantidad de mujeres.
Vallejo está acusada en España de pertenecer a una organización criminal internacional dedicada al tráfico de personas con fines de explotación sexual que captaba con engaños a las mujeres en Colombia para traerlas al país. Según la investigación, ofrecía a las víctimas venir desde su país a cambio de 1.500 euros, cantidad que tenían que devolver ejerciendo la prostitución en un piso regentado por ella, sin especificar las condiciones en las que realizarían esta actividad.
Las víctimas tenían que ponerse en contacto con otro miembro de la organización que les proporcionaba los billetes de avión, reservas de hotel y documentación fraudulenta, indica el comunicado de la Policía Nacional. Una vez en España las trasladaban a un piso en Elche que gestionaba Vallejo. Allí se les informaba de que la deuda contraída con la organización ascendía a 3.000 euros.
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El relato policial subraya las condiciones extremas bajo las que Vallejo explotaba a sus compatriotas. Tenían que estar disponibles las 24 horas al día, 7 días a la semana, sin derecho a ningún descanso. Solo podían salir del piso una hora al día para hacer recados personales, y si un cliente las llamaba, tenían que volver al lugar.
A eso se añadía que las mujeres compartían las habitaciones donde realizaban servicios sexuales y el dinero que recibían por ello se les robaba para saldar lo que consideraban la deuda. Viviana Vallejo no solo se encargaba de la vigilancia de las víctimas, sino que además suministraba cocaína al piso, ya que se trataba de otro de los servicios que ofrecían a los puteros. Por estos hechos la fugitiva se enfrentaría a una pena máxima de 32 años de prisión.
Los agentes averiguaron que, la detenida había estado llevando una vida totalmente integrada en Elche, como indican a El Español, había conseguido trasladar hasta allí a parte de sus familiares. El pasado septiembre se había descubierto gracias a dos mujeres que habían escapado de la red que había establecido con conexión con Asturias y León. Vallejo, debido a los cargos a los que debía enfrentarse, finalmente, decidió huir a su país natal, Colombia, donde tenía el apoyo de la organización para ocultarse de la acción de la justicia.
De las investigaciones realizadas por Policía Nacional de Colombia, se pudo determinar que efectivamente Viviana, se encontraba en aquel país, en una zona de difícil acceso en el interior de la selva, en una localidad muy próxima a frontera de Ecuador. Además, se tuvo conocimiento de que la fugitiva, tomaba numerosas medidas de protección, entre las que se encontraba desplazarse en ocasiones a territorio ecuatoriano, donde al parecer también contaba con una amplia red de colaboradores que le proporcionaba cobertura para su ocultación.
Fruto del intercambio de información se pudo establecer que la fugitiva, se había ubicado definitivamente en Ecuador. A partir de ahí los investigadores comenzaron a realizar intercambio de información, a través del Oficial de Enlace de Policía Nacional de UDYCO Central en Ecuador. De esta forma, se consiguió localizar a Vallejo en la localidad de Machala, donde un equipo de OCN-Quito ha conseguido su detención.
Para combatir la lacra social de la trata y explotación sexual de personas, la Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90.