El arresto de dos hombres acusados de robo con fuerza en una vivienda de Alicante ha servido a la Policía Nacional para resolver la autoría de otro robo con violencia en una joyería de la ciudad. La clave para conectar ambos casos ha sido las huellas dactilares que coinciden en el caso de uno de los detenidos en ambos lugares.
La detención se produjo después de una espectacular intervención. La propietaria de la vivienda en la que supuestamente se estaba produciendo el robo sorprendió a los dos hombres en su interior. Para evitar su huida, esta intentó cerrar la puerta por fuera para evitar que huyeran y llamó a la policía. Sin embargo, los dos hombres consiguieron abrir la puerta de la vivienda antes de que llegaran los agentes y golpearon a puñetazos en la cabeza a la víctima hasta conseguir escapar del lugar.
A pesar de haber sido agredida, la víctima salió tras ellos para ver la dirección de huida. Y así la pudo comunicar mediante una llamada telefónica que hizo al 091 en la que además les dio características precisas sobre la vestimenta que portaban los autores del robo.
El comunicado de la Policía Nacional explica que el apoyo ciudadano hizo que uno de los huidos fue interceptado y retenido por un viandante hasta la llegada de los agentes. El otro asaltante, fue detenido momentos después por agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana que habían sido comisionados al lugar, gracias al rápido despliegue que las patrullas policiales realizaron por la zona en el que también fueron decisivos los detalles de los autores que había aportado la víctima en su llamada.
Tras su detención, se le encontraron a uno de los varones entre sus pertenencias unos guantes de látex, unas bridas de plástico, una navaja, gran cantidad de joyas y varios relojes, además de un ordenador portátil que acababan de sustraer de la vivienda de la víctima.
A partir de ahí se cruzaron los datos en las bases policiales con un suceso anterior, el atraco a una joyería de la ciudad de Alicante donde un varón utilizó una pistola. En este caso, según denunciaron los propietarios de la joyería, el autor se había interesado por unas joyas preguntando al propietario del establecimiento por ellas para distraer su atención. Ahí aprovechó para sacar un revólver con el que apuntó al propietario de forma amenazante. A continuación, tal y como describieron los joyeros, el asaltante presionó el disparador del arma en varias ocasiones sin llegar a producirse los disparos.
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Al fallar el revólver, el propietario de la joyería y dos testigos de los hechos aprovecharon para abalanzarse sobre él con la intención de sacarlo del establecimiento. En ese momento, el atracador aprovechó para huir a la carrera del lugar.
Tras lo ocurrido y una vez puesta la denuncia, el grupo de Delincuencia Violenta de la Brigada de Policía Judicial de Alicante se hizo cargo de la investigación. Tras tomar declaración a las víctimas y testigos de los hechos y después de revisar las cámaras de vídeo vigilancia de la joyería y de los establecimientos de la zona, pudieron observar que el mismo individuo había vigilando la joyería durante varios días antes de cometer el atraco.
Tras la detención de los asaltantes a la vivienda, agentes de la Policía Científica de la Comisaría Provincial de Alicante, le tomaron a los arrestados sus huellas dactilares relacionando la base de datos de la Policía Nacional las huellas dactilares de uno de ellos con la muestra de las huellas que se habían recogido en la Inspección Ocular Técnico Policial realizada en la joyería asaltada.
Las tomas de declaraciones a las víctimas y testigos del robo, el exhaustivo análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad de la joyería y el hallazgo de varias prendas de ropa en el registro a la vivienda del investigado fueron la base para resolver el caso. De esta forma, concretaron que esa era la vestimenta que el detenido llevaba puesta el día del atraco. Los agentes le acusaron un delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa. Por eso recalcan que fueron fundamentales todas estas pruebas incriminatorias para el atestado policial.
Los detenidos, de 46 y 58 años de edad y de nacionalidad estonia, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Alicante. Este ha decretado para ambos el ingreso en prisión.