Alicante

Pasar un día en familia rodeados de naturaleza se hace un plan muy apetecible de cara al fin de semana, sobre todo en Alicante donde las temperaturas primaverales se adelantan al 20 de marzo. Solo o acompañado, el Paseo Ecológico de Benissa es una aventura obligatoria tanto en primavera como en verano.

El Paseo Ecológico de Benissa, también conocido como la ruta entre calas y acantilados, es el camino que une esta localidad del mismo nombre con la turística Calpe, uno de los lugares más conocidos de la Costa Blanca. En total, cinco kilómetros y medio de costa con escarpados acantilados y pequeñas calas invadidas por los pinos, de ahí que conserven esa apariencia tan salvaje. 

Desde Turismo de la Comunidad Valenciana, nos invitan a "dar un paseo por una zona que desprende paz, tranquilidad y mucha calma". La aventura comienza en Benissa, un destino conocido por su marcado carácter medieval y la belleza de sus playas, calas y paisajes.

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El recorrido está señalizado y su acceso es totalmente libre y gratuito. Como ya se ha adelantado anteriormente, es una ruta que atraviesa bellos paisajes como la playa de la Fustera u otra de sus pequeñas calas salvajes, la Cala dels Pinets. Si estás leyendo este artículo en verano o eres un senderista valiente, puedes alargar la excursión hasta Mar Morta i Roques, y pegarte un chapuzón en sus aguas cristalinas.

La Cala de la Llobella y la Platgeta de l'Advocat son otros de los enclaves que visitarás en el Paseo Ecológico de Benissa. Además, muchos senderistas la recomiendan por ser una ruta muy accesible y sencilla para hacer en familia, por lo que si tienes peques no dudes en hacerlos partícipes de la aventura

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Puntos de interés

Mirador Paseo Ecológico de Benissa. Turismo Costa Blanca

Cala Pinets: Una zona de baño pequeñita, de canto rodado y roca, pero con aspecto salvaje. Sobre todo es recomendable si la visitas con niños, ya que las aguas son cristalinas y poco profundas. Una recomendación del Ayuntamiento de Benissa es hacer una excursión desde la cala Pinets hasta la zona llamada Mar Morta i Roques Negres, formaciones rocosas con componentes ferruginosos que aportan un tono ocre-rojizo al paisaje. 

Platgeta de l´Advocat: Una playa con aguas turquesas y un espigón rocoso de acceso al mar. Además, cuenta con chiringuito. "Tiene todos los requisitos para pasar un día completo de playa", describen desde Turismo. L'Advocat cuenta con una pequeña zona de arena protegida del oleaje. Además, acaba en un acantilado de 47 metros, el Cantalar, que se adentra en el mar por la Punta Fosca.

Cala de la Llobella: Sin duda, se trata de la cala más natural y salvaje de todas. Una playa tranquila, de cantos rodados, que tiene poca afluencia de bañistas. "Lo que más destaca de ella son sus hermosos y diáfanos fondos enmarcados por la vegetación exterior, con pinos prácticamente hasta la misma orilla del mar", destacan desde Turismo. Lo que la convierte en la cala ideal para la práctica de esnórquel.