El centro de Elche estaba este miércoles por la tarde más lleno de lo normal. Tanto, que una de sus arterias, la calle Hospital, lucía un aspecto inusual: abarrotada por una muchedumbre que hacía cola desde antes de las 7 de la tarde. Gente de todas las edades, incluido ancianos, pero sobre todo adolescentes y jóvenes, habían formado una kilométrica fila que llegaba hasta bien pasada la Glorieta, a unos 200 metros. El motivo, hacerse con una de las mil hamburguesas que un local, 'Aires Burger Bar', iba a regalar ese día. 

Pasadas las 10 y media de la noche, 1.015 hamburguesas (hechas a base de medallón de cien gramos de ternera 100%, pan brioche, mostaza, manteca y queso chédar) habían sido entregadas. "Nos ha sorprendido muy gratamente la respuesta de la gente", responde a EL ESPAÑOL De Alicante Luciano Todarello, Relaciones Públicas de este negocio que acababa de reabrir ese día tras una importante reforma. "Es verdad que cuando haces una acción de marketing como esta no sabes si va a tener buena acogida", confiesa. 

Pero lo cierto es que 'Aires Burger Bar' ya había hecho un banco de pruebas previo en Murcia, donde tiene dos sucursales, junto con la de Santa Pola y Torrevieja. Fue en octubre y allí costó más su entrega gratuita, hasta la una de la madrugada, nada que ver con Elche, donde nació esta marca hace cinco años como un bar de tapas "con fusiones de comida argentina" y que, tras la pandemia, se reconvirtió en el local de hamburguesas que es ahora aprovechando el buen momento que atraviesa en España el sector de la carne emparedada.  

¿Por qué mil? Le preguntamos a este responsable. "Porque estamos locos, tratamos de salirnos de todo lo que es lo común, de no ser igual a nadie y de generar impacto, cien hamburguesas gratis está bien pero mil hace diez veces más ruido. Y la gente reacciona de forma distinta". De hecho, en Murcia la competencia reaccionó regalando lo mismo, hamburguesas, pero en lugar de mil, cien. 

Más de mil personas que comieron gratis en Elche, ¿pero cuántas volverán pagando? "La mayoría volverá porque así nos lo dijeron, pero más allá de eso es una acción pensada para generar ruido, así la gente se entera de que hay un local nuevo y el resto pasa de boca a oreja", sentencia. 

Previamente, y para evitar que parte de las mil hamburguesas se quedaran sin dueños, la dirección se valió de la publicidad clásica, la entrega de 20.000 folletos, y de la publicidad moderna, la promoción de un post en Instagram durante unos días, para anunciar la acción de marketing. 

Inversión argentina

Como el propio Luciano Todarello, los inversores de 'Aires Burger Bar' son empresarios argentinos que vinieron a Elche hace seis años. La apuesta por esta ciudad ha sido notable, no solo porque aquí se abrió el primero de sus cinco locales, sino porque aquí también está su obrador, desde donde se abastece a todos los negocios la carne, que llega en partidas cada 48 horas para su procesado. "No se congela, es fresca", apunta.

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"El proyecto de esta empresa es bastante ambicioso", explica Todarello. "Al principio muchos no confiaban en nosotros, así que imaginar que en un año se iban a abrir cuatro sucursales y un obrador era casi una utopía, pero lo hicimos", afirma con orgullo.

¿Tienen pensado seguir con la expansión? "Sí, tenemos previsto abrir en una ciudad próximamente, pero no te puedo decir aún dónde, solo que es un sitio muy esperado porque cuando preguntamos en redes sociales, nos lo demandan mucho, y ya hemos encontrado un local idóneo". 

Así con todo, una apuesta tan arriesgada como la de dar mil hamburguesas en una noche ha tenido un coste de alrededor 3.000 euros, estima Todarello. Si ha salido barato o caro solo el tiempo lo dirá.