El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) está desarrollando hidrogeles a partir de algas para una mejor gestión del agua, films agrícolas biodegradables y films térmicos para el aumento del rendimiento de los cultivos. Todo, con el objetivo de aportar soluciones al creciente problema del empobrecimiento del suelo.
Con un enfoque sinérgico, el proyecto SOILCARE, financiado por el Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (IVACE), ofrecerá soluciones para mejorar la calidad del suelo de cultivo en todos los aspectos: control del agua, de fertilizantes y de la radiación solar.
Tal y como explica el investigador de Agricultura y Medio Acuático en AIMPLAS, Alberto González, en el marco de este proyecto “AIMPLAS desarrollará hidrogeles a partir de polímeros biodegradables de origen natural, en concreto, procedentes de diversas especies de algas marinas, por su gran capacidad para retener la humedad del suelo. Con ello, contribuiremos a prácticas agrícolas con una mejor gestión del recurso del agua, mediante un producto orgánico y sostenible, alejado de los hidrogeles convencionales que contienen ácido acrílico”.
Además, SOILCARE también aborda el desarrollo de films biodegradables que aumentan la bioestimulación de la planta y minimizan el uso de productos químicos, ya que al reforzar las defensas y aumentar su eficiencia en la adsorción de luz, la planta está más sana y fuerte para afrontar plagas y enfermedades.
“Por un lado, trabajaremos en film acolchado funcionalizado con sustancias bioestimulantes de modo que, tras su vida útil, aporten al suelo nutrientes que promuevan el crecimiento y desarrollo de las plantas, además de la biomasa, CO2 y el agua que se generan durante el proceso de descomposición”, ha destacado Alberto González.
Por otro lado, se desarrollarán films agrícolas con aditivos térmicos que permitan controlar la radiación transmitida y aumentar así el rendimiento de los cultivos.
Estos aditivos térmicos, según el responsable de la investigación, “permitirán la creación de microclimas dentro de los invernaderos que son necesarios para el mantenimiento de una temperatura mínima que garantice la variabilidad y crecimiento del cultivo. Además, también se controlará la radiación que incide sobre la planta, convirtiendo las longitudes de onda con pocos beneficios e incluso dañinas para el crecimiento de las plantas en otras de mayor interés que son absorbidas o asimiladas por estas durante el proceso de fotosíntesis”.
En conjunto, el proyecto SOILCARE dará soluciones a la necesidad de revertir el acelerado deterioro y empobrecimiento de los suelos y tierras baldías, tan directamente relacionado con aspectos cruciales como la seguridad alimentaria, la disponibilidad de agua potable o la conservación de la diversidad biológica y la utilización de insumos químicos.