La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha presentado este martes los datos de las tres oficinas provinciales de atención a las víctimas de violencia de género, que han atendido a más de 3.500 mujeres, de las cuáles, el 60% ha presentado denuncia.
Bravo ha visitado la primera de estas oficinas, puesta en marcha en 2019, en la ciudad de la justicia de Valencia, junto al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
"Queremos que el fiscal conozca un recurso que es pionero en toda España, un espacio único y exclusivo para víctimas de violencia de genero, con personal especializado, psicólogos, trabajadores sociales o letrados de un turno específico... un espacio que da tranquilidad, que garantiza la intimidad de la víctima y en el que se detectan riesgos que permiten adoptar medidas cautelares. Cuando las mujeres entran se pone en marcha una red de ayuda que no se abandona", ha apuntado Bravo.
En los cuatro años de funcionamiento de estas oficinas -el próximo año está prevista la apertura de una cuarta en Elx- se ha atendido a 3.518 mujeres, de las cuales 2.130 presentaron denuncia.
"Muchas no son capaces de identificar su propio problema, y gracias a la ayuda de la policía y el personal especializad al final se atreven a dar el paso de denunciar", ha agregado Bravo.
Otro dato importante, ha indicado, es que "esas mujeres que denuncian no la retiran, y sabemos quienes hemos trabajado con este problema que muchas veces tras la primera denuncia o declaración en el juzgado a veces se da un paso atrás, por la inseguridad o la falta de ayudas, por eso es tan importante el apoyo, el trabajo transversal y en equipo, para que las mujeres sientan la red de ayuda".
Por su parte, el fiscal general del Estado ha reconocido "el buen trabajo que se hace aquí, desde la sensibilidad y el acercamiento real a los problemas. En espacios como este, quienes hemos trabajado con víctimas, nos damos cuenta de la importancia de estar en manos de profesionales desde el inicio de las actuaciones, porque las víctimas no distinguen si están en un sitio u otro, es el sistema el que ha de dar confianza".