¿Quién dice que una 'copita' de vino no puede mejorar tu salud? Eso sí, nadie ha hablado de alcohol. Investigadores del Laboratorio de Bioingeniería y Biomateriales de la Universidad Católica de Valencia (UCV) han desarrollado un vino rosado probiótico que facilita la digestión y la absorción de nutrientes y fortalece el sistema inmunológico, lo que ayuda a prevenir enfermedades.
Según informa la institución académica, el nuevo vino contiene la levadura probiótica 'S. cerevisiae var. boulardii', que "mejora la salud general del organismo", independientemente de que la bebida lleve o no alcohol.
El estudio realizado por los investigadores de la UCV ha mostrado que este vino rosado único conserva su viabilidad probiótica durante al menos seis meses, tanto a temperatura ambiente como en nevera, lo que lo convierte en un candidato adecuado para la producción a gran escala.
Este grupo de científicos, que ya desarrolló en el pasado una cerveza probiótica, ha trabajado en este nuevo proyecto en colaboración con las bodegas Juan Gil, de Jumilla (Murcia).
El proyecto, publicado en la revista científica internacional Archives of Microbiology, está liderada por el responsable del Laboratorio de Bioingeniería y Biomateriales, Ángel Serrano, y también han participado los investigadores Miguel Martí, Alberto Tuñón, Alba Cano y Lorena Pérez Colomer, además de Joaquín Mulero, perteneciente a Viñas Familia Gil.
Tecnología revolucionaria
El grupo de investigadores liderado por Ángel Serrano es el responsable, por ejemplo, de haber desarrollado los primeros filtros capaces de inactivar el SARS-CoV-2 y otros virus con envoltura como la gripe en menos de un minuto, tecnología sanitaria revolucionaria que permitió la creación de las mascarillas FFPCOVID MASK, fabricadas y distribuidas por la empresa valenciana Visormed.
Esta tecnología supuso “un paso adelante” en la protección frente a la pandemia, dado que las mascarillas convencionales “no tienen capacidad antimicrobiana, y sólo impiden que el virus llegue a las vías respiratorias”, según recuerda el propio Serrano.
Las FFPCOVID MASK no sólo sirven para combatir la transmisión de la covid-19, o de un virus como la gripe, también son útiles como protección frente a las bacterias multirresistentes, que no pueden ser destruidas con antibióticos y constituyen un gran riesgo para la salud mundial en el presente y el futuro.
Tras las FFP2, llegaron las mascarillas quirúrgicas para adultos y niños, menos costosas, capaces también de inactivar al instante el SARS-COV-2 y bacterias resistentes a antibióticos como la Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis, resistentes a la meticilina.