Abrazos y besos a ancianos que terminaban en hurtos. Este era el modo de operar por el que siete juzgados de España habían lanzado órdenes de búsqueda y que han convertido a una mujer arrestada en la ciudad de Alicante por la Policía Nacional en una de las fugitivas con más órdenes de búsqueda.
La arrestada era buscada por órganos judiciales desde Fuengirola en Málaga, donde tenía pendientes otras tres, pasando por Manzanares en Ciudad Real o Torrevieja en Alicante. Todas ellas, como explica la Policía Nacional por causas relacionadas con delitos contra la propiedad de los años 2015, 2022 y 2023.
"No suele haber gente con siete buscas, y mucho menos mujeres", explican a EL ESPAÑOL estas fuentes, porque "lo habitual es que sean más los hombres". Y la detenida de 30 años y nacionalidad rumana es una "de las que más buscas o requisitorias tenía en España".
[Detienen en Alicante a una mujer buscada por cometer "hurtos cariñosos" en ocho ciudades españolas]
La detenida ha sido relacionada por los agentes como la cabecilla de un grupo criminal dedicado a cometer delitos contra el patrimonio, según explican en un comunicado. Su forma de operar era el "hurto cariñoso" o "hurto amoroso" como se le conoce en la jerga policial.
Las víctimas, como explican las fuentes policiales, suelen ser hombres de muy avanzada edad que son asaltados en la calle por una mujer que les abraza muy efusivamente y les besa en la boca. El objetivo que se marca es quitar las cadenas de oro o plata del cuello o los relojes de las muñecas. Actúan con rapidez y se marchan dejando a la víctima sin tener tiempo para reaccionar por la falta de reflejos. En el caso de que esta sí tenga capacidad de respuesta, no dudan en actuar con fuerza para conseguir sus objetivos mediante el tirón, con lo cual pasa a considerarse como robo con violencia.
"En la jefatura nos causan bastante preocupación porque hay una tendencia al alza", señalan desde la Policía de Alicante. Por eso consideran este tipo de delitos "especialmente sangrantes". Además, las delincuentes aprovechan que sus víctimas no suelen recordar las caras, lo cual les facilita la evasión de la justicia.
En el caso de la arrestada por los agentes del grupo segundo de crimen organizado de la brigada de policía judicial de Alicante, las fuentes señalan que "sabía evadirse muy bien" como prueban las siete requisitorios que se habían puesto en marcha. La sospechosa ya había sido detenida anteriormente hasta en nueve ocasiones. Además, apuntan, esta mujer estaba siendo buscada por la Comisaría de Elda-Petrer tras ser identificada como autora de un delito de hurto. Tras su detención ha sido puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Alicante.