Dicen que las calas de La Marina Alta enamoran o que la gastronomía de la terreta con sus arroces es capaz de conquistar hasta al paladar más exquisito. Pero más allá de la playa, la fiesta y la comida, hay decenas de rincones en la provincia de Alicante que aunque quizá sean más desconocidos para el turista de fuera, merece la pena visitar.
De esto se ha dado cuenta la revista 'National Geographic' desde la que han escrito 'Túneles, puentes, faros y mucha naturaleza: siete excursiones para conectar con la belleza de Alicante', un artículo que destaca algunos de los lugares más alucinantes de la costa y de interior.
El embalse de Guadalest, la Font Roja de Alcoy, el Parque Natural del Montgó, el Faro de L'Albir, el Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja, La Vall de Laguar y la isla de Tabarca. Desde EL ESPAÑOL de Alicante ya se ha hablado de la mayoría de ellos, pero merece la pena recordar qué los hace tan especiales y cuáles son las características que más han llamado la atención a 'National Geographic'.
La belleza de Alicante
1| Guadalest, el más bonito
Casi todo el que lo ha visitado, está de acuerdo en una cosa, El Castell de Guadalest es uno de los pueblos más bonitos de Alicante, pero también de toda la Comunidad Valenciana. En un pequeño rinconcito de La Marina Baixa está esta localidad de poco menos de 250 habitantes, calles estrechas y un pequeño casco urbano, pero de gran belleza.
Destacan sus casas perfectamente encuadradas en la roca, el paisaje que con tanto cariño guarda el embalse de Guadalest, y por supuesto también su castillo. Así como también las vistas a las sierras de Xortà, Serrella y Aitana. Además, cuenta con el reconocimiento de Conjunto Histórico Artístico desde 1974. Como bien destacan desde Turismo de la Generalitat Valenciana, lo más importante es saber que el pueblo se divide en dos zonas. En primer lugar, el barrio del Castillo, rodeado por las muralla y el barrio de Arrabal, cuyo recorrido termina frente a la muralla de El Castell de Guadalest.
2| La Font Roja de Alcoy
Se trata del bosque de carrascas con roble valenciano de la Comunidad Valenciana, según explica la web del Patronato de Turismo Costa Blanca, "con un importante cortejo florístico que lo acompaña, con especies como el durillo, la genista y un importante estrato lianoide formado por hiedra, y madreselvas. Además, podemos encontrarnos con tejos y arces".
Se trata de una zona de importante valor natural y paisajístico en el que se diseminan algunas antiguas Masías (vivienda, establo y corral), y cavas o pozos de nieve. El espacio natural protegido abarca unas 2.298 hectáreas y comprende la alineación montañosa de l’alt de Sant Antoni, el carrascal de la Font Roja y la Teixereta. También, la cumbre del Menejador, con 1.356 m de altura es la cota más elevada del parque.
3| El Parque Natural de El Montgó
El macizo calizo, que cuenta con 753 metros de altitud, está situado entre las poblaciones de Jávea y Denia, y fue declarado Parque Natural en 1987. Conecta con el cabo de San Antonio mediante la plataforma elevada de Les Planes, donde se puede apreciar la huella del antiguo paisaje agrícola. "La flora del parque es muy rica con más de 650 especies entre las que se encuentran numerosos endemismos", destacan desde Turismo de la Comunidad Valenciana.
Desde la Generalitat también destacan que existen diversos senderos que ofrecen la posibilidad de recorrer el parque, ascender a la cumbre (desde donde se vislumbra la isla de Ibiza, en algunas ocasiones) es factible desde todas sus vertientes y se trata de una gozosa excursión que atraviesa diferentes unidades de paisaje: pedrizas, cultivos, pinares, carrascales, etc. Asimismo, el cabo de San Antonio y sus fondos marinos han sido declarados Reserva Natural Marina.
4| De Altea al Faro de L'Albir
De Altea se ha hablado multitud de veces. Y no es para menos porque para algunos es el 'Santorini' de Grecia, en versión española. Una de las localidades más bellas y lujosas de Alicante, situada en la comarca de la Marina Baja.
Su casco antiguo rodeado de casitas blancas, cuestas empinadas y suelos empedrados te llevarán a un paisaje casi celestial. ¿Quién no ha postureado alguna vez en sus miradores? Además, no te olvides de probar su gastronomía, porque entre sus calles se esconden restaurantes muy interesantes. Pero acuérdate de reservar. En el National Geographic también destacan lugares como sus dos cúpulas, la Torre de Galera y la de Bellaguarda y los accesos de Portal Nou y Portal Vell. "A escasos 5 kilómetros de Altea se encuentra el pueblo de L'Albir, donde se inicia la ruta hasta el faro homónimo, ubicado en el límite norte del Parque Natural de la Serra Gelada", describen desde la revista.
5| Las salinas de Torrevieja
Esta laguna color rosa chicle forma parte del Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja. Debe su color al pigmento de algunas bacterias que viven en este medio acuático, en el que pocas pueden vivir debido a la salinidad de sus aguas. La laguna Rosa guarda unos 350 gramos de sal por cada litro de agua, lo que podría compararse fácilmente con la salinidad del mar Muerto.
Es precisamente en este lago rosa donde se llevan a cabo las principales tareas de extracción de la sal, con una extensión de 1.400 hectáreas y un perímetro de 17 kilómetros.
Pero la de Torrevieja no es la única laguna que hay en este parque natural, porque también hay una verde, la de La Mata, que tiene un papel fundamental en la creación del mineral, puesto que es ahí donde comienza su formación. Las aguas verdes calientan la sal y después esta pasa a través de un canal hasta la laguna rosada.
6| La Vall de Laguar
Este destino se ecuentra en el interior de la Marina Alta. Desde Turismo de la Comunidad Valenciana, destacan el Barranco del Infierno, también conocido como la ruta de los 6.000 escalones. También encontramos otra maravilla natural formada por el río Girona, que separa la Sierra de la Carrasca o de Ebo de la Sierra del Migdia y atraviesa todo el valle hasta llegar al Embalse de Isbert.
"Si, además, quieres emprender una bonita ruta senderista, te recomendamos la Sierra del Cavall Verd, con multitud de fuentes y manantiales. También puedes descubrir lugares como la Ermita de San José o el Castillo de la Vall de Laguar, declarado Bien de Interés Cultural y ubicado en la entrada del valle en la cima", destacan desde la Generalitat.
7| La isla de Tabarca
Tabarca, la única isla habitada de la Comunidad Valenciana (aunque pertenece a la ciudad de Alicante). Allí hay zonas de baño, calitas y también algunos restaurantes en los que deberías probar el marisco y el pescado. Aunque es cierto que durante los meses de julio y agosto la afluencia de gente que visita la isla es alta. La mejor época para visitarla es durante los meses de primavera y otoño.
Desde el National Geographic no se han resistido a hablar de la Torre de San José, el faro o el Museo de Nueva Tabarca. Tabarca presume de contar con la primera Reserva Marina de todo el territorio español. Sin duda, uno de los rincones más bellos de Alicante.