Alicante

El papa Francisco le ha puesto cara a la última creación gastronómica de Lisboa: unas galletas de mantequilla que, con cartuchos de tinta alimentaria imprimidos en Alicante, ha lanzado la concurrida cafetería Balcão do Marquês con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y que sueña con que las pruebe el mismo pontífice.

El establecimiento, de 43 años de historia y ubicado a escasos metros del céntrico parque Eduardo VII -uno de los escenarios de la JMJ-, expone en su escaparate cientos de estas galletas, que venden a 2,20 euros la unidad, junto a su oferta habitual de productos portugueses.

Fernando Santos, uno de los propietarios del local y quien lanzó el reto al jefe pastelero, explica a EFE que comenzaron a venderlas a comienzos de julio como "una broma" y, viendo la buena recepción entre sus clientes, planean ofrecerlas "mientras haya demanda".

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"Empezó como una broma porque ya hacemos galletas de anime y de los días de los enamorados y de Navidad. Entonces pregunté, ¿por qué no hacer una galleta del papa o una galleta papal?", razona Santos.

Utilizan como referencia cerca de una docena de fotografías diferentes del pontífice, para gustos diferentes: "Creo que es gracioso hacer una colección", comenta el propietario.

La elaboración es casera y diaria y las ventas rondan las 100 unidades por día, aunque aspiran a venderlas a millares con la llegada del cerca del millón de peregrinos que se espera en la capital para la JMJ, del 1 al 6 de agosto.

"Las personas están bastante emocionadas con todo esto. Estoy convencido de que vamos a alcanzar los millares de ventas", continúa Santos.

Ese deseo queda evidente en la cocina de Balcão do Marquês, donde aguardan en bandejas decenas de galletas.

Papel francés desde Alicante

Para imprimir la cara del papa en las galletas con los mejores resultados utilizan cartuchos de tinta alimentaria que se insertan en una impresora y un papel comestible francés que reciben desde Alicante (España).

El deseo ahora de sus creadores es que el propio pontífice las pruebe ya que están "convencidos" de que Francisco, que estará en Lisboa del 2 al 6 de agosto, habrá oído hablar de sus galletas.

"Con tanta publicidad que tuvimos estoy convencido de que por lo menos ya recibió la información, y sí, vamos a intentarlo. Estoy intentando a través de periodistas le que son próximos para hacerle llegar una colección de galletas papales", avisa Santos con una sonrisa.

Con esta invención, sumada a las comidas para peregrinos y turistas, esperan aumentar sus ventas de agosto un 30% en comparación al mismo mes de 2019, su último año de referencia de normalidad de facturación.