El botánico Ignacio Solano, afincado hace más de 20 años en Alicante, hace historia tras llevar a ciudades repartidas por países de todo el mundo jardines verticales. El experto ha convertido 900.000 metros cuadrados en selvas tropicales, por lo que ha conseguido superar numerosos récords nacionales e internacionales con sus creaciones.
Su última obra fue en Valencia, donde ha dado vida al jardín vertical interior más grande de Europa, de unos 700 metros cuadrados de superficie y 20.000 plantas de 150 especies diferentes ubicadas en el edificio Ágora.
A este hito se suman otros entre los que destaca el sistema verde vertical más grande del mundo, finalizado a comienzos de 2016 en Colombia. Realizado en la ciudad de Bogotá con más de 3.100 metros cuadrados, el español consiguió formar la que es hasta día de hoy la fachada vegetal más grande del planeta con cerca de 115.000 plantas.
[El jardín de cuento con más de 700 especies del mediterráneo que está en un pueblo de Alicante]
España, Grecia, Arabia, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Uruguay han disfrutado de sus creaciones, que, además de ser estéticas y dotar de vida a la ciudad, crean un pulmón verde para unas urbes con altos índices de contaminación. Estas selvas verticales son capaces de filtrar y retener gases nocivos y procesar toneladas de materiales pesados.
Solano explica que su objetivo con cada proyecto es aportar su "granito de arena para llevar las frondosas selvas verticales a las poblaciones que viven en las ciudades alejadas del mundo natural".
Tras todos los retos conseguidos, el experto en botánica persigue el sueño de
"cambiar el ambiente de polución y estrés por paredes verdes basadas en las leyes de la naturaleza y la ecología".
Una de sus más grandes hazañas fue crear un oasis natural en edificios de Emiratos Árabes, situados en espacios donde la climatología es adversa para estas especies. "Este proyecto supuso un reto añadido debido a las extremas temperaturas a las que se verán sometidos los jardines, puesto que a lo largo del año se dan variaciones de más de 20 ºC", explica al respecto el botánico.
Ecosistemas verticales
Con tan solo ocho años, Solano atrapaba serpientes y toda clase de reptiles para observarlos y reproducirlos en cautividad. Años más tarde, siguiendo su instinto, se licenció en biología y viajó por todo el mundo a selvas tropicales de México, Brasil, Madagascar, Norte de Argentina, Islas Reunión, África o Sumatra, entre otras.
En estos lugares realizó investigaciones botánicas que le han encumbrado
al número uno de la jardinería vertical. Ahora estudia como crear ecosistemas verticales. "Un ecosistema vertical se basa en la complejidad de todas las interacciones de la naturaleza en una pared, no se puede tratar simplemente desde la jardinería, es fundamental aplicar conceptos de biología", sentencia.