El propietario de 'Alma Cocina Viajera', Ernesto Frutos Remiro.

El propietario de 'Alma Cocina Viajera', Ernesto Frutos Remiro. Andrea Reinosa

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Así es Alma Cocina Viajera, el restaurante que ilumina las antiguas galerías de Churruca en Alicante

La Guía Repsol ha reconocido a este pequeño restaurante del centro, que trabaja con recetas de todo el mundo, con uno de sus Soletes 2023. 

30 octubre, 2023 06:20
Alicante

Al entrar por la puerta de las galerías comerciales de la calle Churruca en Alicante, uno tiene la impresión de haber retrocedido 30 años en el tiempo, si no fuera por un pequeño detalle, están casi vacías. Menos de cinco negocios permanecen abiertos, y los que todavía abren la persiana (una carnicería, un bar y un restaurante) se sienten afortunados de poder hacerlo.

Es el caso de Ernesto Frutos, propietario de Alma Cocina Viajera, el único restaurante de la provincia de Alicante que ha recibido un Solete de la Guía Repsol en esta edición de otoño 2023, que se centra sobre todo en aquellos negocios de hostelería ubicados en el centro de las ciudades.

Cuatro años después de su apertura, Ernesto y Alba, su jefa de sala desde hace unos meses, demuestran que todavía es posible brillar en el número 32 de la calle Churruca. "Lo primero que me dijeron es que iba a durar muy poco". Alma Cocina Viajera se compone de dos locales, uno donde guardan la materia prima y otro justo enfrente, un pequeño salón en el que solo se escucha rock y heavy metal, los géneros favoritos de su propietario. 

Equilibrio y variedad 

"Este restaurante y su comida soy yo. Si no te gustan mis platos posiblemente yo tampoco te caiga bien como persona. Es un proyecto muy personal", confiesa. Ernesto Frutos ha sido comensal antes que cocinero. No estudió cocina hasta los 31, pero siempre ha tenido claro que con sus platos quería erizar la piel y provocar sensaciones en la gente. Para él es muy importante el equilibrio, "que todos los platos estén al mismo nivel", algo que reconoce como complicado. 

El salón de Alma Cocina Viajera.

El salón de Alma Cocina Viajera.

El Alma Cocina Viajera tiene una carta pequeña compuesta por once platos más postres, que suele incorporar nuevas recetas cuando hasta su imaginación llegan ideas de todo el mundo. Entre los favoritos de sus clientes están, el Ceviche JapoAsiático, el Ceviche Verde de Hinojo y Mostazas, las Albóndigas de Vaca, el Brioche de Ropa Vieja o el Magret, Pepino y Teriyaki de Tamarindo.

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De lunes a jueves está disponible el Menú del SavaClub Gastronómico, que incluye cuatro pasos y un postre, por un precio de 35 euros por persona o la opción de siete pasos y dos postres, por 57 euros y bajo reserva previa de al menos 24 horas. Aunque el restaurante está abierto de lunes a sábado a mediodía. 

"Ya que habéis llegado hasta aquí vamos a tratar de haceros sentir como en casa. Cada plato de esta carta tiene mucho trabajo detrás. Todos están pensados para compartir e irán saliendo a la mesa de uno en uno, sin prisa", así da la bienvenida el Alma Cocina Viajera, y en el que algunos de sus platos tardan en elaborarse varios días porque se cocina como toda la vida, a fuego lento con sabores fuertes, pero, sobre todo, añadiendo mucho cariño.

Alma Cocina Viajera comparte Solete de otoño con otros dos restaurantes de la Comunitat Valenciana, como son el Trenkaclosques en Castellón y Min Dou en Valencia. Sobre este reconocimiento, Ernesto explica que al principio tampoco le dio mucha importancia porque no se trata de una estrella Michelín o un Sol, pero que su ilusión creció cuando vio lo mucho que se alegraban por él familiares y amigos. "Está bien que reconozcan tu trabajo, sobre todo cuando vienen a comer personas de toda la provincia o incluso gente de Valencia", concluye el chef.