¿Qué consume más energía eléctrica en tu casa?, ¿cuánta agua y energía se necesita para darse una ducha? o, ¿qué consume más, depilarse con una cuchilla de afeitar o hacerlo con una maquinilla?, pues aunque parezca mentira la primera porque se necesita más agua para hacerlo y a su vez, conlleva más gasto de energía para traerla a nuestro hogar.
La Agencia Internacional de la Energía cuantifica la energía utilizada en el sector del agua como el 4 % del consumo mundial de electricidad, una cifra que se multiplicará por dos en el año 2040. Algo tan sencillo como beber agua, supone para la red de distribución de agua potable un gasto de entre 0,1 y 0,6 kilovatios hora por metro cúbico.
"Dependiendo de la orografía, se puede consumir muchísima más energía para poder tomar un vaso de agua. Somos afortunados por poder abrir un grifo". Así lo destaca el profesor titular de la Universidad de Alicante (UA), Miguel Ángel Pardo, quién el pasado miércoles participó en la Quinta Comunidad de Prácticas (CoP) del proyecto europeo B-WaterSmart en el Museo de Aguas de Alicante.
El profesor titular de la UA trabaja con su equipo, -del que también forma parte el matemático Francisco José Navarro-, en un proyecto de gestión de la demanda hídrica y el ahorro del consumo energético. Lo hacen colocando válvulas de riego que se abren y se cierran, y con las que se reduce el consumo energético. "Hemos descubierto que si encontramos unos caudales absolutamente constantes. Es decir, abriendo y cerrando las válvulas (difusores de los aspersores), conseguimos regar más cantidad de agua en menos horas, y así ahorrar también en energía". En otras palabras, son capaces de gestionar la demanda hídrica para reducir el consumo energético.
Miguel Ángel Pardo habla de un segundo proyecto, dirigido a comunidades de regantes, y que consiste en abastecer eléctricamente a los equipos de bombeo a través de paneles solares fotovoltaicos. "Si estoy conectado a la red eléctrica la energía disponible la tengo siempre; pero si estoy conectado a una placa solar, tengo la energía cuando hay energía en mi panel solar".
El experto explica a EL ESPAÑOL de Alicante ambas ideas son complementarias para "ajustar al máximo el nivel del parque solar fotovoltaico, y ser capaz de regar solo con la energía que tenemos disponible a través de un sistema aislado". Desde la UA también trabajan en un proyecto para digitalizar la red de riego.
'Agua y energía', B-Watersmart
'Agua y Energía' es el nombre de la jornada que tuvo lugar el pasado 21 de noviembre en el Museo de Aguas de Alicante, y en la que participaron una veintena de expertos de diferentes empresas y organizaciones, como investigadores de la Universidad de Alicante, el Centro Tecnológico del Agua y la Cátedra del Agua, representantes del sector de la distribución de eléctrica (i-DE), de la industria por parte de FEMPA y CEMEX, la Comunidad de Regantes de Alicante Norte, especialistas en valorización de residuos (ACES), y del transporte urbano (Vectalia), además de Alicante Futura, la Asociación de Consumidores y el Centro Educativo de Recursos de Consumo de Alicante.
El proyecto B-Watersmart forma parte del programa europeo H2020, y en él participan un total de 35 entidades internacionales con un objetivo común: el de aumentar la creación de valor sobre el ciclo del agua, garantizando simultáneamente su disponibilidad para todos los consumidores. Por este motivo, seis Living Labs europeos están poniendo a prueba decenas de soluciones innovadoras sobre economía circular y optimización, que permiten generar materias primas y energía, fomentar el uso del agua reutilizada y hacer un uso más eficiente de los recursos.
El responsable de innovación de Aguas de Alicante, Ignacio Casals del Busto, lo define como watersmartness o "inteligencia del agua". Lisboa, Venecia, Flandes, Frisia Oriental o Bodo en Noruega, son otras de las ciudades que junto a Alicante forman esos Living Labs. Casals explica a EL ESPAÑOL de Alicante que en la ciudad española la estrategia se ha centrado en "convertir las plantas de tratamiento de aguas residuales en las denominadas 'ecofactorías', maximizando la producción de agua regenerada, y produciendo nuevos recursos y energía". Precisamente eso es sobre lo que se ha hablado en la jornada del Museo de Aguas de Alicante.