El hombre de 50 años con apariencia de turista del este adinerado y con un largo historial por disfrutar de suculentas comidas en restaurantes de Alicante antes de fingir un infarto para evitar pagar, más conocido como el 'gastrojeta', ha vuelto a ser detenido dos veces en 24 horas por la Policía Nacional por tratar de hurtar whisky y comida en supermercados de la ciudad.
A este ciudadano lituano que ya ha sido detenido veintidós veces en el último un año en Alicante se le detuvo el pasado domingo, día 17, sobre las 15 horas tras la línea de cajas del supermercado de una conocida cadena de grandes almacenes cuando trataba de hurtar una botella de whisky de tipo bourbon valorada en 28,10 euros.
Los agentes, que a la primera le identificaron como el 'gastrojeta', le detuvieron, le tomaron declaración y tras salir de los calabozos, apenas un día después, el lunes 18, volvió a ser arrestado en otro supermercado de la plaza de Gabriel Miró cuando trataba de hurtar artículos valorados en 6,69 euros.
En este último establecimiento y en contra de lo que suele hacer cuando le sorprenden con las numerosas estafas o hurtos de su historial, ya que habitualmente no protesta ni huye sino que finge desvanecimientos o infartos, discutió con el empleado que le había llamado la atención, lo que hizo que se avisara a la Policía y que nuevamente fuera arrestado.
Estas dos acciones se corresponden con dos supuestos delitos leves de hurto, lo que conllevaría una sanción económica, según las fuentes consultadas por EFE.
El pasado 21 de diciembre, un juzgado de Alicante decretó la prisión provisional por reincidencia para el 'gastrojeta' tras un juicio rápido por su último golpe, en el restaurante-tapería de la calle Mayor 'El buen comer', donde intentó hacer un 'simpa' tras degustar una paella de marisco y dos whiskys por valor de 34,85 euros para, al ser descubierto, tirarse en medio de la puerta fingiendo un infarto.
Cuando tras pasar dos noches en los calabozos de la Policía Nacional le preguntó el juez si admitía su reinicidencia, este individuo con apariencia de acaudalado turista ruso y sin domicilio conocido se limitó a sonreír, y fue enviado a prisión varias semanas.
El 'gastrojeta' actúa tanto en comidas como en cenas e, incluso, al tapear, y en su historial cuenta con comandas de arroz y bogavante o entrecots con el denominador común de acompañarlos con varios whiskys, al parecer una de sus bebidas favoritas.