Coger el barco desde Santa Pola, Alicante o Torrevieja en pleno verano y recorrer la idílica Isla de Tabarca, una actividad sin duda muy recurrente entre los turistas que eligen la provincia de Alicante para pasar los meses de calor. Sin embargo, la isla habitada más pequeña de España también se puede recorrer durante los meses de invierno. ¿Sabías que podías visitarla y ser testigo de su encanto en estas fechas del año?
Aunque no será necesario llevarte bañador, a no ser que seas muy atrevido, ni tampoco sombrilla, a la hora de plantearte hacer una escapada a la única isla habitada de la Comunitat Valenciana, es preciso llevarse crema solar y estar bien abrigado. Debido a las temperaturas invernales, pero aun así muy agradables en la provincia de Alicante, ir a la isla con unos zapatos cómodos y con una buena chaqueta es indispensable para vivir la experiencia de la mejor forma posible.
Tal vez no seas testigo de la estampa de decenas de barcos atracados en los alrededores de la Isla, ni tampoco de los turistas que forman una cola para saltar al agua desde lo alto de las calas. Sin embargo, existen otras formas de descubrir y aprovechar el encanto que encierra este pequeño trozo de tierra.
Según la trabajadora de la empresa de transporte turístico entre Santa Pola y Tabarca Transtabarca, Reyes Pianelo Pérez, "Tabarca tiene su encanto en todas las estaciones y se puede visitar cualquier día". Aunque pertenezca al Ayuntamiento de Alicante, las únicas salidas que se realizan hacia la isla en invierno parten del puerto de Santa Pola.
En plena temporada alta, entre 3.000 y 5.000 personas llegan cada día a la isla, de apenas 1.800 metros de largo por 450 de ancho. Una llegada masiva que sorprende el día a día de los 52 habitantes oficialmente censados en el pequeño islote. Además, la aglomeración de miles de personas la convierte en un lugar de turismo de masa y que pocas veces se puede disfrutar en profundidad debido a tanta aglomeración.
Terminada la temporada alta, las lineas de transporte marítimo que parten desde Alicante, Benidorm y Torrevieja dejan de funcionar, lo que convierte la ciudad de Santa Pola en el único nexo de conexión durante los meses de invierno. Hasta el puente de diciembre, aquellos que visiten la isla todavía pueden ser testigos de algo de vida en sus calles, sin embargo, ya a mitades de diciembre, difícil es oír o ver el más mínimo signo de vida.
La isla, convertida en remanso de paz y tranquilidad en invierno, es sujeto de atracción para los amantes de la calma y la naturaleza. En este sentido, Reyes Pianelo destaca algunas de las actividades que se pueden hacer al visitar la isla en esta época del año: " Se puede ir a pasear por sus calles, por sus murallas y disfrutar de un día tranquilo, respirando aire puro y disfrutando de las vistas, así como pasear por el campo donde está la torre y el faro".
En cuanto a los horarios de salida del barco, cada día, sale desde el puerto de Santa Pola, a las 10:00; 11:30; 13:00 y 16:00, y con regreso a las 10:30; 12:10; 13:45 y 16:30. Los billetes de pueden comprar en la página web de Transtabarca por el precio de 12 euros y 10 euros para los niños.
[¿Es necesario limitar el número de turistas en el "paraíso mediterráneo" de Tabarca?]