Alicante

Cuenta atrás para que comience la reproducción de los flamencos que habitan en la provincia de Alicante. Ya se ha podido ver a estos peculiares animales elevando su cuello, mostrando sus alas mientras desfilan por delante de ellas y haciendo graznidos para cortejar a las hembras.

El territorio alicantino tiene alrededor de cinco mil ejemplares de estas aves rosadas entre las lagunas de la Mata y las salinas de Torrevieja, las salinas de Santa Pola, Calpe y los humedales del parque natural de El Hondo entre Elche y Crevillente. Los flamencos se reproducen en primavera, pero en los últimos años se han dado intentos de reproducción que se han adelantado al invierno.

El ornitólogo de la Universidad de Alicante (UA) Germán López explica que este proceso tiene muchas curiosidades. Una de ellas es que crean sus propias guarderías. "Los polluelos se quedan al cuidado de algunos adultos mientras los demás progenitores van a buscar comida para alimentarlos", y cuenta que estas escuelas infantiles están muy pobladas, pudiendo haber rebaños de cientos de crías. Es en ese momento cuando se procede a su anillamiento para llevar un registro aprovechando que son pequeños, ya que más tarde sería imposible.

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Los padres dejan a sus polluelos a buen recaudo para hacer largos desplazamientos que normalmente realizan de noche. "Vuelan cientos de kilómetros para buscar comida, pueden ir a los humedales de Málaga, a Doñana o a Albacete y regresar", asegura el experto.

Su dieta es lo que les hace que tengan ese color tan llamativo que los pollitos grisáceos van adquiriendo a medida que van ingiriendo los nutrientes que sus mayores les traen. El ornitólogo señala que su alimentación se basa en "invertebrados acuáticos, semillas y pequeños crustáceos que crecen en aguas salinas y sedimentos que después filtran y que le dan la pigmentación rosada, por eso los zoológicos les tienen que poner ese tipo de nutrientes carotinoides para que mantengan el tono".

Gómez aclara que esta situación se da en otras aves, que adquieren colores vibrantes gracias a su menú. "Un rosa más intenso y llamativo es evaluado por otros individuos como un mejor estado físico que se traduce en que serán mejores padres para los hijos", añade.

Calma absoluta

Después de que escojan a sus parejas, si todo va bien, hacen una puesta de normalmente un huevo. Para que se realice necesitan de una tranquilidad absoluta y del mantenimiento de los niveles de agua por ser unos seres muy sensibles a cualquier alteración. En la cría suelen seleccionar islas desconectadas de las orillas para que no puedan acceder los depredadores. La sobrepoblación de jabalíes y los perros asalvajados son dos de sus principales preocupaciones que hacen peligrar la misión reproductiva, que se produce en contadas ocasiones.

Un bebé flamenco de 'Mundomar' el pasado verano tras 27 años desde el último nacimiento.

Los flamencos no se arriesgan a poner huevos si notan alguna perturbación que les incomode porque "son animales que viven muchos años, pueden llegar a los 40, por lo que no les hace falta ponerlos en peligro, ya que pueden intentarlo durante muchos años, a diferencia de otros seres más pequeños con una vida corta en los que cada ocasión puede ser la última", indica el miembro de la UA.

Si todo sale como es debido, hacen sus puestas en "un nido hecho con montículos de barro acumulado con una base de columnas cónicas. Es en esas etapas iniciales de construcción y de puesta es cuando el más probable que abandonen por molestias", continúa Gómez.

Riesgos por la sequía

La sequía que está atravesando buena parte de España afecta a los movimientos migratorios de los flamencos, pero no a los que viven en Alicante, por tener zonas en las que el agua proviene del mar. Por el contrario, la falta de agua de reservas como el parque nacional Doñana y su uso para riego extensivo está bajando el nivel de los humedales y provocando que acudan a los ecosistemas alicantinos.

Sus viajes también son internacionales. El especialista en aves manifiesta que "llegan ejemplares de Francia, son muy móviles fuera de época de cría entre toda la cuenca occidental del Mediterráneo, tanto de Europa como del norte de África. Van viniendo y yendo dependiendo de los ecosistemas fluctuantes para buscar los espacios más favorables", sentencia.