El de Triana en Sevilla, el Nuevo de Ronda en Málaga, el Viejo de Besalú en Gerona, el de San Juan de Gaztelugatxe en Vizcaya o la versión romana de Cangas de Onís en Asturias, son algunos de los viaductos o pasarelas más famosas de España, ya sea por su altitud, el entorno en el que se encuentra o la historia que hay detrás de su construcción.
Pero no hace falta irse muy lejos para contemplar estas obras de ingeniería con tanto arte porque Alicante cuenta con estructuras colgantes cuyas vistas podrían dejar sin aliento a cualquiera. Aunque la terreta es conocida sobre todo por su costa, algunos municipios de interior merecen un reconocimiento especial como Alcoy, también conocida como la 'ciudad de los puentes'.
Y precisamente es ahí donde se encuentra uno de los puentes más famosos de Alicante. Se trata del puente de Sant Jordi, todo un símbolo de art déco en la Comunitat Valenciana. Con 42 metros de altura y 156 metros de longitud sobre el cauce del río Riquer, su construcción permitió la comunicación entre el centro de la ciudad con el ensanche proyectado sobre terrenos de L'Horta Major.
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El puente de Sant Jordi
El carácter barrancoso del relieve en el que se encuentra la ciudad de Alcoy, obligó a la construcción de varios puentes para la movilidad de sus habitantes y el desarrollo económico y social de la misma. Un buen ejemplo de ello es el puente de Sant Jordi, que con 42 metros sobre el cauce del río Riquer y 156 metros de longitud, su construcción entre 1925 y 1931 mejoró la conexión entre el centro del municipio y el ensanche proyectado sobre terrenos de L'Horta Major.
El Ayuntamiento de Alcoy encargó su construcción al arquitecto Víctor Eusa, con un presupuesto de 1.336.824 de pesetas, así como con la ayuda de los ingenieros Carmelo Monzón Reparaz y Vicente Redón. El proyecto, al que más tarde se sumó el ingeniero de caminos Alfonso Peña Boeuf, fue calificado de innovador por el empleo de cemento encofrado.
La ciudad de los puentes
El de Sant Jordi es el puente más famoso de Alcoy, pero no es el único. También están el puente de María Cristina o el Viaducto de Canalejas. Aunque el que mejores vistas tiene es el puente de las Siete Lunas, todo un reclamo para los amantes de la naturaleza y el senderismo, ya que forma parte de la Vía Verde alcoyana.
El puente de María Cristina, que se construyó entre 1828 y 1838, fue la primera gran obra pública del municipio para la mejora de las comunicaciones. Su altura máxima es de 27 metros sobre el cauce del río Riquer, en el punto donde se inicia la partida dels Tints. Un dato curioso es que debe su nombre a María Cristina Borbón, cuarta esposa del rey Fernando VII.
Por su parte, el Viaducto de Canalejas fue inaugurado en el año 1907. Se trata de una estructura metálica de 352 toneladas de acero, que cuenta con 162 metros de longitud y una altura máxima de 54 metros. Una de las obras de ingeniería española más importantes de la época. Su construcción, a manos del ingeniero Próspero Lafarga, permitió la comunicación del centro de la ciudad con el barrio del Viaducto.