Desde sus cascadas de agua dulce en plena naturaleza hasta sus numerosas playas paradisiacas, la provincia de Alicante es conocida por ser un auténtico remanso de paz y un destino de gran popularidad durante la temporada de verano.
Además de su patrimonio cultural de un valor inmesurable, nuestra provincia también destaca por su gran patrimonio histórico y arquitectónico. Prueba de ello son los numerosos monumentos históricos que se pueden visitar para rememorar el paso de nuestros antepasados por las tierras alicantinas. Monumentos como el propio Castillo de Santa Bárbara o las decenas de ruinas romanas abiertas al público.
Hay veces en que la historia no se esconde solo en los grandes monumentos, sino en la gente de a pie y en la vida del día a día en los pueblos que conforman la provincia. Prueba de ello es la historia que esconden las famosas fachadas de colores que han hecho de Villajoyosa una localidad mundialmente conocida y cuyo encanto ha sido reconocido por la página European Best Destinations como "mejor destino secreto de Europa de 2024.
Estas fachadas, que nada les tiene que envidiar a las calles más famosas de Cuba o a las famosas casas de colores de Nyhavn en Copenhague, no fueron pintadas por estética. Aunque su belleza sea lo que más aprecian los turistas y los visitantes que están de paso por esta localidad, su color llamativo tenía en realidad una función muy concreta en el pasado.
Así, si estás de paso por esta localidad este verano, además de poder disfrutar de sus ni más ni menos de siete playas con bandera azul, quédate con esta curiosidad sobre las famosas fachadas de colores que sin duda impresionará a quien te acompañe.
Residencia de los pescadores
Aunque no se llegó a confirmar al 100 % el origen claro de estos colores tan peculiares, existen algunas teorías que más se repite entre los vecinos de la localidad y los propios historiadores.
La teoría más extendida habla de que cada pescador tenía un color en su casa para poder identificar desde altamar la suya. Además de servir como señal para los pescadores, también se dice que los familiares de los pescadores utilizaban sábanas colgadas para advertir sobre situaciones que se habían dado en el hogar. Por ejemplo, si veían una sábana negra colgada en el balcón es que alguien de la familia había fallecido.
Otra teoría que explicaría el peculiar color de estas casas es que estas se pintaron con sobrantes de la pintura con la que se pintaban los barcos de los pescadores. Una hipótesis bastante verosímil teniendo en cuenta el color llamativo de muchos barcos de la época, que coincidían con los colores de las fachadas de las casas.
Como conclusión, probablemente las casas tan coloridas sean fruto del aprovechamiento de materiales y la casualidad. El resto son tan solo teorías que han cogido peso durante los años.