Quien lleva años viviendo en la provincia de Alicante conoce de primera mano el privilegio que supone vivir en una zona tan única. Destacando por su clima excepcional a lo largo de todo el año, Alicante aguarda unas auténticas joyas arquitectónicas, históricas y naturales más allá de las grandes ciudades que concentran la mayor parte de la población de su territorio.

Desde pueblos famosos por su gran atractivo turístico como Altea o Guadalest, hasta pequeñas localidades de menos de 100 habitantes como Benillup o Tollos, existe en nuestra provincia lugares para todos los gustos, públicos y para todo tipo de planes.

Además del encanto de los pequeños pueblos, del placer de pasear por sus cascos antiguos y ver desfilar la vida diaria de sus habitantes, existen algunas localidades que han sabido preservar su esencia de "pueblo pequeño" a lo largo de los años.

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La localidad de Alcalalí es un buen ejemplo de esa peculiaridad. Situado en la comarca de la Marina Alta, este pueblo de apenas 1.300 habitantes destaca por tener un gran patrimonio natural, cultural e histórico. 

Qué ver en Alcalalí

Poco antes del inicio de la primavera, puedes asistir a un espectáculo de la naturaleza único y precioso desde la localidad de Alcalalí: el festival de Feslalí y la ruta de los almendros en flor. Y es que cada año, con la llegada del mes de febrero, esta pequeña localidad celebra uno de sus acontecimientos más importantes: una fiesta en torno a los almendros en flor que reivindica la agricultura tradicional de la comarca.

Pero el encanto de este pequeño pueblo no se resume solamente en esta impresionante festividad. Durante todo el año, también puedes visitar sus calles y sus monumentos históricos. Una de las curiosidades de este pueblo reside precisamente en las casas que ocupan sus calles.

Los elementos urbanos suelen pasar desapercibidos debido al estar inmersos en la rutina diaria de los habitantes, sin embargo, en Alcalalí, atesoran y representan conocimientos de la cultura de la localidad y forman parte de su patrimonio.

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Por ejemplo, los picaportes de las puertas indican que los residentes tienen recursos para seguir los estilos artísticos que dicta cada época. En general, gran parte de estos elementos están fabricados con hierro, material tan versátil que ha permitido hacer una diferenciación interna entre los especialistas que lo trabajan.

Otros elementos urbanos como los guarda-cantones; las jambas y los pilones; los canalones y anillas y las cerraduras forman parte del patrimonio local de la ciudad, así que no estate muy atento el día que vayas a visitar esta encantadora localidad de Alicante.

Si te apetece tomar el aire y practicar senderismo, también puedes adentrarte en la ruta de los miradores, que te ofrecerá unas vistas impresionantes al pueblo y al horizonte de la comarca de la Marina Alta gracias a sus cuatro miradores.

Otra opción para descubrir su gastronomía local sería realizar la ruta del vino, terminando por una visita al museo etnológico.

Fiestas de San Juan

Si buscas un plan alternativo para celebrar San Juan lejos de la ciudad y del ruido, puedes unirte a las festividades de Alcalalí.

En su programación, la localidad ofrecerá lectura de poemas; ; actuaciones musicales; parques acuáticos en la piscina municipal; elaboración de paellas; actuaciones de teatro; bingo y muchas otras actividades para todos los públicos desde el viernes 21 hasta el lunes 24 de junio.