Buena noticia para los senderistas más atrevidos y con ganas de probar su resistencia y su capacidad de adaptación a todo tipo de terreno. El paisaje de la provincia de Alicante es conocido por ser muy variado y permite vivir experiencias en distintos entornos según los gustos y los planes. Con sus playas paradisíacas, sus decenas de parques y entornos naturales y sus numerosas piscinas naturales, difícil es no encontrar un paisaje para los gustos de cada uno en la provincia de Alicante.
Aparte de paisajes repletos de arena y agua y senderos llanos por los múltiples parques, Alicante también alberga muchos entornos montañosos y vertiginosos. Desde el Peñón de Ifach, hasta los acantilados de la Cova Tallada, la provincia ofrece decenas de rutas de senderismo que se pueden realizar en sus montañas.
Si bien el calor sofocante del verano impide que se puedan realizar todo tipo de rutas a cualquier hora, sí que se puede seguir disfrutando del deporte al aire libre con cabeza y conocimiento, eligiendo las horas adecuadas y yendo con la protección adecuada.
[Esta es la mejor cala de Alicante para escapar de la multitud y hacer snorkel en aguas cristalinas]
En este sentido, existe una ruta solo apta para los más atrevidos que recorre una parte del litoral de Alicante yendo de una cala a otra. Se trata de una ruta corta, unos 4 km ida y vuelta y de corta duración. Debido a transcurrir por los acantilados, no es un sendero apto para cualquiera edad y condición física.
Para iniciar la ruta, tendrás que dirigirte hacia la playa del Moraig y empezar ascendiendo por una zona resbaladiza. Tras los primeros pasos, podrás contemplar unas maravillosas vistas de la cala y parte de la costa de Benitatxell.
Acto seguido, comenzará el recorrido pegado al acantilado, justo por debajo de paredes dominadas por cientos de chalets y bungalows que pueblan la zona.
Recorrido por dos calas
Durante toda la ruta verás algunas cuevas construidas con piedra y barro aprovechando las oquedades de la roca, construidas para refugiarse del sol y la lluvia. Se tratan de unas cuevas confeccionadas por los pescadores y agricultores de Benitatxell, así como por contrabandistas para ocultarse en ellas esperando la llegada de laudes y baladros cargados de todo tipo de sustancia y productos ilegales.
Tras visitar algunas cuevas, dejarás a tu izquierda la pequeña Cova del Morro del Bou para irte hacia la Cala Llebeig. un tramo en el que tendrás que llevar cuidado por ser muy resbaladizo.
Finalmente, tras kilómetros de esfuerzo y sudor, llegarás a la maravillosa cala escondida de Llebeig. Un espacio inaccesible al tráfico. Una ocasión perfecta para refrescarte en el mar antes de volver a tu punto de partida.