Ya no queda nada para la vuelta al cole. Muchas son las personas que están disfrutando de sus últimos días de vacaciones antes de volver a la rutina. Para aprovechar estos últimos días, existen en Alicante múltiples opciones para vivir experiencias inolvidables y disfrutar del litoral de la provincia.
Si bien puedes optar por ir a alguna de las múltiples playas que se encuentran a lo largo de la provincia, también podrías optar por un plan alternativo y llenarte de sensaciones nuevas, a la vez que te nutres de conocimientos sobre la historia romana de la provincia.
En este sentido, existe un lugar perfecto para darse un baño en el mar y sentirse como un viajero en el tiempo directamente al Imperio romano. Ubicado en El Campello, la pequeña península conocida como la Illeta dels banyets presume de tener uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del litoral Mediterráneo.
Existe una leyenda popular que cuenta que hace ya más de mil años hubo una reina mora en Alicante que era conocida en todos sus confines por su exótica belleza. Pero, por suerte o por desgracia, esa no era la única cualidad de la reina que ocupaba los rumores de sus súbditos. Y es que la mujer era caprichosa y consentida. Tanto es así que mandó recorrer cada centímetro de la costa de Alicante en busca del mejor lugar para tomar el baño de forma privada, cómoda y sin tener que pisar la arena que tanto la incomodaba.
Deseando satisfacer los deseos de la reina, miembros de la corte encontraron en las abandonadas piscifactorías romanas situadas al norte de El Campello la solución para este capricho. Unas piscinas excavadas en la roca que siglos atrás sirvieron para criar pescados y que pasaron a convertirse en el sitio íntimo para el baño de la reina mora. Desde entonces y hasta hoy se conoce este lugar como los Baños de la Reina.
Cómo acceder
Si vas a ir por primera vez a este lugar, es posible que te equivoques y acabes en el yacimiento arqueológico de la Illeta dels banyets, gestionada por el MARQ. Una visita obligatoria en Alicante, sin embargo, desde el yacimiento no podrás acceder a los famosos baños y darte un chapuzón en el mar.
Para ello, lo que tienes que hacer es rodear la isleta por el litoral, llevando mucho cuidado ya que si llevar chanclas, resulta fácil resbalar. Ya en la otra punta de la pequeña isla, podrás ver al fin los Baños de la Reina.
En este lugar podrás disfrutar de unas aguas cristalinas que van cambiando de color con la luz del día adoptando toda clase de verdes y azules. Eso sí, en días de fuerte oleaje, es aconsejable no meterse al agua bajo el riesgo de que la corriente te empuje contra las piedras.