Alicante

Septiembre significa vuelta a la rutina. Algunos lo ven como el fin del verano y de las vacaciones, mientras que otros lo sienten como una oportunidad para cambiar los viejos hábitos por otros más saludables. Algo así como un nuevo curso.

Todo el mundo quiere mejorar y estar más sano, y en eso la alimentación juega un papel fundamental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada ocho personas tenía obesidad en el año 2022. Desde 1990, la obesidad se ha duplicado con creces entre los adultos de todo el mundo, y se ha cuatriplicado entre los adolescentes.

Tradicionalmente, se ha hecho dieta para adelgazar. La Keto, el ayuno intermitente, la DASH, la flexitariaina, la Power, la del TLC; hay tantas como una pueda imaginar. Sin embargo, este es un tema muy personal, que no debería seguir modas, sino los consejos de un profesional.

La vicepresidenta del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CODINuCoVa), Rocío Bueno, hace hincapié en cuidar la relación que tenemos con la comida para no caer en la cultura de la dieta y no estar "compensando todo el rato".

Rocío Bueno explica a EL ESPAÑOL de Alicante la importancia de basar nuestra alimentación en productos sanos y naturales y evitar el consumo de ultraprocesados, aunque sin caer en la trama de la prohibición. No hay un número de comidas recomendado para todo el mundo, pero sí es importante que sean de "calidad".

"La palabra prohibido en la consulta de nutrición no me gusta para nada. Si tu alimentación es adecuada en tu día a día, una ingesta fuera de lo común, no va a tener un impacto", afirma.

Aumentar el consumo de frutas y verduras, las legumbres, las proteínas tanto de origen animal como vegetal, son algunas de las claves de una buena alimentación. Los cereales también son importantes, pero mejor si son integrales, ya que contienen más fibra y minerales. "No hay que demonizar los hidratos de carbono", afirma.

Rocío Bueno explica un método sencillo para seguir una dieta saludable sin apenas esfuerzo y con resultados a corto, medio y largo plazo. Se trata de seguir una alimentación basada en el conocido como 'Plato de Harvard'.

Plato de Harvard

El Plato para Comer Saludable, que fue creado por nutricionistas de la Escuela de Salud Pública de Harvard, es una guía para crear comidas saludables y equilibradas. Consiste en dividir el plato en cuatro partes, una para los vegetales, otra para los granos integrales, otra para las frutas y otra para la proteína saludable.

Los expertos en nutrición de Harvard hablan de que la mayoría de nuestras comidas deben ser vegetales o frutas, al menos la mitad del plato, aportando color y variedad al mismo.

En segundo lugar, destacan que el cuarto del plato debe estar compuesto de granos integrales (trigo integral, cebada, granos de trigo, quínoa, avena, arroz integral o la pasta de trigo integral). Esto se debe a que las comidas preparadas con estos ingredientes tienen un efecto más moderado en el azúcar en la sangre y la insulina, que el pan blanco.

La proteína debe ocupar un cuarto del plato. El pescado, el pollo, las legumbres y las nueces, son buen ejemplo de ello. Aconsejan reducir el consumo de carnes rojas y/o procesadas (bacon).

El plato de Harvard también incluye el consumo con moderación de aceites vegetales saludables (oliva, canola, soya, maíz, girasol o cacahuete). Por su puesto, habla de la importancia de tomar agua y de mantenerse activo.