Ya solo quedan tres días para el comienzo de la estación de las calabazas y de los paisajes llenos de colores naranjas y marrones.

Los planes de playa y piscina ya se han guardado en el armario hasta la próxima primavera. Una ocasión perfecta para volver a hacer escapadas que no solían ser propias del verano.

Uno de esos planes sería visitar los castillos de la provincia de Alicante. Durante los meses de verano, el calor es un factor que impide la realización de algunas actividades al aire libre.

Así, gracias al descenso de las temperaturas, al fin puedes hacer aquellos planes que no hiciste durante el verano por priorizar darte un chapuzón y cenar en algún chiringuito de en la costa de Alicante.

Ruta medieval

Además de pasear por el bosque y hacer alguna ruta por la montaña, un plan perfecto para este otoño sería realizar una ruta durante uno o varios días para descubrir el amplio patrimonio cultural e histórico de la provincia de Alicante.

En este sentido, este periódico ha recopilado los diez castillos que tienes que visitar este otoño.

Y es que nuestra provincia posee algunas de las fortalezas y monumentos más destacables de la Comunidad Valenciana. 

Castillo de Villena

Ubicado en la comarca de L’Alt Vinalopó, la localidad de Villena alberga una increíble fortaleza histórica. El Castillo, también conocido como Castillo de la Atalaya, se alza en lo alto del monte de San Cristóbal. 

El Castillo de Villena.

Construida por los árabes en el siglo XII, esta fortaleza consta de hasta dos líneas de murallas, con distintos cubos cilíndricos. En su interior, destaca su Torre del Homenaje de dos cuerpos.

Las personas que han acudido a este castillo recomiendan "aparcar junto a la oficina de turismo".

Castillo de Biar

El segundo monumento histórico de la lista es el Castillo de la localidad pintoresca de Biar. El municipio, afectado estos días por fuertes tormentas, está vigilado por una impresionante fortaleza medieval.

Su construcción data del siglo XIII y se divide en dos partes distintas: un recinto con cuatro torres y por otra parte su torre del homenaje con cuatro estructuras cubicas. 

Palacete de Cox

Ya en la Vega Baja, es hora de descubrir la fortaleza de la pequeña localidad de Cox, ubicada en pleno paraje natural de La Pilarica-Sierra de Callosa. 

Situado sobre un espolón rocoso, desde donde preside la población, el origen de este castillo remonta a la época musulmana y se trata de uno de los más antiguos de la Comunitat Valenciana y consta de un recinto amurallado y un palacio.

Castillo de Sax

Siguiendo con las localidades de tres letras, en lo alto de la localidad de Sax se encuentra una impresionante fortaleza que se confunde con la piedra.

Además de formar parte de la ruta del río Vinalopó, este Castillo de Alicante es una de las fortalezas más grandes de la comarca junto con la de Biar y Villena.

Esta fortificación formó parte de la línea defensiva durante la época musulmana. El origen de la actual fortaleza es andalusí, aunque existen vestigios más antiguos son romanos e iberos.

Castillo de Santa Bárbara

Esta lista sería incompleta sin incluir la fortaleza que protagoniza la grandeza de la ciudad de Alicante.

Se trata de un castillo en el que se han encontrado restos arqueológicos de la Edad del Bronce y la época romana, pero los orígenes de la fortaleza se remontan a finales del siglo IX.

Además, disfrutarás de las mejores vistas a la ciudad de Alicante.

Hasta el 13 de octubre, podrás disfrutar en el castillo de la exposición "Guardianes de Piedra", que rinde homenaje a los 230 castillos de la provincia.

Castillo de Elda

Siguiendo con la ruta, nos dirigimos a la localidad de Elda. Conocida por su industria del calzado, el municipio se sitúa junto a la Sierra del Cid. 

El castillo de Elda.

Los orígenes de esta fortaleza remontan a los siglos XII y XIII, aunque posteriormente fue transformado en un Palacio Condal durante los siglos XVI y XVII. Fue entonces cuando este castillo fue residencia de la familia Coloma, hasta degradarse su estado y encontrarse en ruinas en la actualidad.

Castillo de Petrer

Además de disfrutar de la mejor gastronomía y de pasear por sus calles históricas, si estás de visita por la localidad de Petrer, no te puedes perder su castillo, uno de los mejores conservados de la provincia.

Al igual que muchas de las fortalezas, este castillo se sitúa sobre un cerro desde el cual domina la localidad en la que se encuentra y el valle del Elda.

Esta fortificación data del siglo XII, aunque durante el siglo XIII fue reconquistado por los cristianos y cuenta con una torre del homenaje en el centro de la construcción y una muralla exterior de dos lienzos.

Castillo de Denia

Aparte de sus playas muy famosas durante los meses de verano, la localidad de Dénia también alberga una increíble fortaleza.

Situado en un monte al lado del puerto, está considerado como uno de los castillos más espectaculares de Alicante.

Dada su estratégica ubicación, este castillo fue utilizado como fortaleza durante los años dorados de la piratería en el mar Mediterráneo.

Fue construido por los musulmanes, en los siglos XI y XII, sobre restos de antiguas edificaciones y se puede visitar en la actualidad.

Castillo de Castalla

Además de su famoso gazpacho manchego, la localidad de Castalla también es famosa por su gran castillo que vigila la ciudad desde lo alto de la montaña.

Aunque de origen exacto desconocido, algo desconocido, se cree que su origen remonta a la época islámica, aunque sus reformas posteriores se sitúan durante los siglos XI y XVI.

Siguiendo con la cronología histórica de este castillo, su fortaleza ha sido escenario de numerosos conflictos bélicos, siendo uno de los más importantes la Guerra de la Independencia en el siglo XIX.

Palacio de Altamira

Esta lista no podía concluirse sin introducir a una de las fortalezas más destacadas de la provincia de Alicante.

El Palacio de Altamira.

Ubicada en pleno centro de la ciudad de Elche, el Palacio de Altamira fue construido por el primer señor de la ciudad, Gutierre de Cárdenas, a finales del siglo XV.

En la actualidad el palacio se encuentra restaurado y se puede visitar, junto al Museo Arqueológico y de Historia de Elche.