Alicante

El calor del verano ya va desapareciendo poco a poco, y aunque el fresco del otoño cuesta en llegar, la mentalidad de esta estación ya se ha instalado en los hogares de la provincia de Alicante.

Si bien todavía queda un mes para Halloween, hay quien ya va pensando en hacer escapadas propias del otoño.

En este sentido, muchos son los que van planeando rutas por la montaña para disfrutar de los maravillosos paisajes que nos ofrece la provincia a partir de finales de septiembre.

Otra de las actividades ideales para realizar este otoño sería visitar los pueblos de Alicante. Tenemos la suerte de vivir en una zona en la que prima la cultura y la historia, dos elementos claves que encontramos en la esencia de muchos pueblos.

Si bien puedes crearte tu propia ruta para visitar algunos pueblos durante todo el año, el otoño es la estación perfecta para hacerlo. Un periodo del año en el cual ni tendrás demasiado calor ni demasiado frío.

Moraira 

Conocida por ser una localidad muy popular entre los turistas a la llegada del verano, Moraira también perece ser visitada durante todo el año para descubrir su historia y su estrecha relación con la pesca.

Aparte de poder visitar su puerto, el mismo centro histórico de la localidad es un auténtico libro de historia abierto.

Desde el Ayuntamiento de Moraira, recomiendan pasearse por los entornos de la calle Mar, ubicada en el centro de la localidad. Una zona ideal para comenzar a adentrarte en su historia.

En esta calle podrás ver la mesa de la antigua "Llotja", último vestigio del edificio construido en el año 1943 para la venta las capturas. También encontrarás la cofradía de Pescadores de Moraira, fundada en el año 1929.

También al inicio de esta calle propia del Barrio Marinero, destaca el "Margenot", un dique de contención en caso de temporales que data del año 1935.

Al final de la calle Mar, y confluencia con la calle Playas, encontrarás lo que fue una playa en forma de bahía, hoy desaparecida, que los pescadores utilizaban como embarcadero.

A esta calle y a las otras cercanas como la calle Porches, los marineros subían las barcas en épocas de temporal. Representa la parte más marinera del municipio con sus casas de muros en talud y el trazado irregular de sus calles.

Y nos trasladamos al presente con el Club Náutico Moraira, al cual se puede acceder desde los entornos del final de la calle Mar. Una marina que fue construida en 1979 y que cuenta con 620 puntos de amarre.

Para terminar un paseo lleno de historia, puedes visitar el Castillo de Moraira.

Construido a principios del siglo XVIII, no solo sirve como monumento histórico, sino que también ofrece una exposición permanente sobre las torres vigía en tiempos de Felipe II con material audiovisual sobre la historia marítima y la piratería en la región.