Alicante

Ya estamos casi a mitades de octubre y, aunque las temperaturas se empeñen a seguir siendo altas durante la tarde, el fresco propio de las mañanas de otoño se hace notar cada vez más.

Una forma de celebrar la llegada del otoño es salir y recorrer los parajes naturales de la provincia de Alicante.

Además de la infinidad de planes que ofrece la provincia de Alicante siempre puedes salir a la naturaleza y darte un simple paseo por sus paisajes.

Sabemos que el otoño es la estación por excelencia para pasear por el bosque y caer rendido ante la belleza del paisaje de tonos naranjas y marrones.

Y si a esta maravilla de la naturaleza le añadimos la posibilidad de poder pasear por el bosque y la playa el mismo día, la experiencia se vuelve inmejorable.

Guardamar

Guardamar del Segura es conocida por sus amplias playas y sus dunas sin fin.

Además de poseer uno de los parques más bonitos de la provincia como es el Parque Reina Sofía, la localidad aguarda otro tesoro de la naturaleza.

Con 800 hectáreas de extensión a orillas del Mediterráneo. En su origen, el parque Alfonso XIII se creó a base de un conjunto de dunas de arena móviles que fueron fijadas mediante la plantación de diversas especies vegetales como pinos, palmeras, cipreses y eucaliptos a partir de un proyecto de repoblación de finales del siglo XIX, dirigido por el ingeniero de montes D. Francisco Mira y Botella.

En la actualidad, el parque está constituido por más de 600.000 árboles.

Un verdadero pulmón que aporta oxígeno a la Vega Baja, a la vez que se convierte en un enclave estupendo para hacer deporte y pasear al aire libre.

Otro parque imprescindible en Guardamar es El Parc de les Nyores.

Un espacio natural protegido y con la calificación de parque urbano que se encuentra en la zona sur del municipio, a 200 metros del mar.

Se trata de un lugar ideal para visitar en otoño debido a que está ocupado por 50 % de árboles.

Los árboles ocupan el 50% de la superficie de este enclave. En los últimos tiempos, ha sido utilizado para secar ñoras en los espacios libres, debido a la existencia de arena fina, siendo el origen de su denominación actual.

Uno de sus grandes atractivos es su vallado perimetral con muretes de baja altura de formas orgánicas, con predominio de curvas suaves y que recuerdan a las dunas.

Está revestido de piedra natural y azulejos colocados con la técnica de trencadís o azulejo roto en colores acordes al paisaje.