El 12 de octubre es un día muy especial en un pueblo de la costa de la provincia de Alicante, El Campello. La recreación del desembarco que organizan las fiestas de Moros y Cristiano la siguen miles de personas por la espectacularidad del fuego y pólvora.
La llamada obliga a madrugar. A las 5:30 de la madrugada apenas quedaban ya huecos para seguirlo. El público toma posiciones desde bien temprano porque este arranca oficialmente a las 7:00 horas con los primeros disparos de arcabucería.
En El Campello toman muy en serio lo que suponen estas recreaciones festivas con base histórica para escenificar la conquista de la plaza por las tropas sarracenas tras intensa batalla contra los cristianos defensores.
Y ponen muchos medios para ello: profusión de arcabucería y armamento de la época como cimitarras, hachas, dagas, lanzas o puñales y participación de caballos y jinetes. Todo ello requiere de una coordinación perfecta de efectivos humanos y medios materiales inmensos.
Es una combinación que valoran como "puro espectáculo, pura historia y pura representación teatral". Así convierten aguas y arena de Carrer la Mar en un plató al aire libre "que embelesa, que dilata las pupilas, que ensordece los oídos, que embriaga".
Antes del amanecer, el campamento cristiano levantado en la playa hervía de actividad. De lejos se avistaban ya las 14 embarcaciones que, cargadas de tropas moras, amenazaban con invadir el municipio, como así ha ocurrido con seguimiento escrupuloso de la historia.
A bordo de ellas, festeros y festeras dispuestos a lanzarse al agua y tomar la orilla, disputar la batalla y consumar la conquista, certificada con la llegada de los cargos del bando moro: capitán, capitana, embajador y abanderada, ante los que se rinden idénticas representaciones del bando cristiano, una vez vencido.
Dos horas y media de espectáculo con el que pretenden trasladar al público a una atmósfera de fantasía medieval que recuerda que la vida transcurría entre cruentas batallas por conquistar nuevas tierras y ampliar reinos.
La batalla de este 12 de octubre incluye decenas de tiradores que, a golpe de arcabuces, se han encargado de despertar violentamente a la población. Pólvora, estruendo, luchas, fuego, música y narración histórica se han sucedido cumpliendo con una tradición con la que el Ayuntamiento asegura que cada año atrae a más público.
Un logro que se consigue con el espectacular despliegue de medios mencionado. Llamaradas, hachones, hombres antorcha, estandartes y jaimas integraban un decorado fotografiado desde todos los ángulos cada segundo que pasaba.
La trilogía festera de los Moros y Cristianos de El Campello arranca así con el acto más espectacular y que mayor proyección tiene. Su objetivo, como remarcan desde el Ayuntamiento, es conseguir que esta se catalogue como fiesta de interés autonómico.
La retransmisión en directo a través de las pantallas gigantes o las pequeñas de los móviles reflejan el interés por una fiesta que continúa con cuatro intensos días.