La riqueza cultural de Alicante llena su vocabulario con expresiones y palabras únicas que son herencia del cóctel de coronas que han gobernado sus tierras y han dejado un léxico propio y similar al español de Aragón y Murcia y al catalán.
En el caso de Alicante, son evidentes las influencias del valenciano, idioma cooficial, así como del castellano que se habla en otras zonas como Aragón. La cercanía con Murcia, que linda con la comarca de la Vega Baja, también ha dejado su sello.
Entre palabras típicas del territorio como achavo, chopar o espolsar, destaca la palabra iaio/iaia, avi/àvia o yayo/yaya lo que vendría siendo abuelo/abuela.
El nombre de iaio/iaia es un apelativo inusual, que surgió como una variante afectuosa para dirigirse a los mayores de la familia, evocando así un sentimiento de respeto y amor. Este uso familiar ha perdurado a través de generaciones, consolidándose como una expresión común en varias regiones de habla hispana.
Su origen se remonta al catalán y se emplea en la Comunitat Valenciana y Cataluña, aunque también es habitual en Aragón, Navarra, Rioja y alrededores. Mientras que su uso es esporádico en Salamanca, Burgos y Soria, según el estudio Yayo en los diccionarios y en los atlas lingüísticos de la Universidad de Alicante publicado en la Revista de Filología Española.
El origen del término no es más que una infantilización del término, que en lenguaje infantil se repite como 'aia' y que por sus características y repetición silábica terminaría sonando 'iaia'. De la traducción de 'iaia' vendría el masculino 'iaio', que seria el equivalente al abuelo o 'avi'.
El estudio refleja que en la 15 edición de 1925 del Diccionario de la Real Academia Española aparece por primera vez la voz yayo, sin embargo, la localizan en Albacete y Aragón.
Otras palabras de Alicante
La lista de palabras propias de Alicante que solo se usan en la provincia o en pocas partes de España está llena de expresiones curiosas. Algunas de ellas son:
Mañaco. Palabra peyorativa que en alicantino quiere decir "niño pesado", aunque se usa también para designar a todo aquel que actúa o se comporta de manera inmadura o molesta.
Pardal. En valenciano, pájaro. El uso que se hace en Alicante es despectivo, y suele hacer referencia a una persona ingenua que puede ser engañada con facilidad. El equivalente en castellano es "pardillo".
Potroso. Un claro ejemplo de uso del lenguaje que poco tiene que ver con la que se presume su acepción original. En castellano "tener potra" es tener suerte; en Alicante "estar potroso" es estar insoportable, algo que se suele aplicar a niños inquietos o que causan muchos problemas.
Tardeo. No es una palabra exclusiva de Alicante pero empezó a coger fuerza hace una década con el boom del ocio en el centro durante los fines de semana, hasta el punto de que el propio Ayuntamiento acuñó (brevemente) el término en sus campañas de promoción. Consiste en salir de copas en el que periodo que va desde la sobremesa hasta la noche.