Rosa Martínez, la bioquímica que ha descubierto cómo producir plástico biodegradable en Alicante: "Hay esperanza"
- La investigadora se encuentra entre las científicas más citadas del mundo.
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Conocida por su turismo y sus playas, Alicante se consolida cada año como un destino atractivo para muchos extranjeros.
Una zona que alberga lugares tan únicos como las salinas de Santa Pola y las lagunas de La Mata y Torrevieja, conocidas mundialmente por su peculiar color rosa.
Múltiples científicos se han interesado por este original color, investigando su origen a lo largo de los años.
Es el caso de Rosa María Martínez Espinosa. Oriunda de Villena, esta investigadora se ha convertido en un referente mundial de la biología molecular gracias a su revolucionaria investigación sobre microorganismos extremos. Unos trabajos que le han llevado a ser la investigadora alicantina más citada del mundo.
Graduada en Biología por la Universidad de Alicante (UA), su trayectoria comenzó explorando los Saleros de Villena y las Salinas de Santa Pola, donde identificó microorganismos con propiedades sorprendentes.
Hoy, su trabajo no solo ilumina la comprensión científica del metabolismo en ambientes salinos, sino que también abre puertas a aplicaciones industriales y médicas que podrían transformar sectores clave.
Martínez Espinosa inició su carrera como investigadora en la UA, donde descubrió su pasión por los microorganismos halófilos (adaptados a ambientes muy salinos), centro en el cual imparte clases actualmente.
Su carrera académica la ha llevado de ser profesora asociada a catedrática, impartiendo biología molecular, mientras avanzaba en investigaciones que exploran cómo estos microorganismos sobreviven en condiciones extremas, sin oxígeno y con altas concentraciones de nitrógeno.
Líneas de investigación
A lo largo de su carrera, Martínez Espinosa ha realizado hallazgos que no solo profundizan en el conocimiento científico, sino que también ofrecen soluciones a desafíos contemporáneos:
Una de las líneas que la doctora trabaja es la de la limpieza de aguas contaminadas. Concretamente, junto a su grupo de investigación de la UA, descubrió que ciertos microorganismos presentes en medios salinos pueden "alimentarse" de componentes tóxicos de fertilizantes presentes en aguas contaminadas, reduciendo así su toxicidad.
Al "comerse" las partículas tóxicas, estos microorganismos fabrican unos compuestos que usan como reserva, como "michelines", generando partículas de plástico biodegradable, "muy diferente al plástico producido a partir del petróleo", asegura la investigadora.
Un descubrimiento que trae "mucha esperanza" de cara a producir plástico biodegradable.
Por otro lado, el grupo de investigación de la doctora también ha descubierto propiedades medicinales de estos microorganismos.
En presencia de metales pesados como el cobre y el selenio, estos microorganismos forman nanopartículas que limpian el agua y sirven como herramientas para la medicina. Estas nanopartículas podrían transportar fármacos directamente a tejidos cancerígenos, reduciendo los efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia.
Martínez Espinosa también ha investigado los microorganismos que dan el característico color rosa a las salinas de Torrevieja. Unos pigmentos naturales que pueden tener aplicaciones en alimentación, cosmética y salud, con propiedades antioxidantes y capacidad para tratar enfermedades como diabetes, hipercolesterolemia y enfermedades hepáticas.
Más allá de la ciencia
Además de su labor investigadora, Martínez Espinosa ostenta el cargo de vicerrectora de Cooperación al Desarrollo en la UA, donde lidera iniciativas como becas para estudiantes de América Latina, proyectos en África subsahariana y programas de voluntariado internacional.
Su compromiso social refleja una visión de la ciencia como motor para el progreso global.
Retos
En su faceta más romántica, Rosa Martínez recuerda con especial cariño dos hitos en su carrera: un artículo de 2001 que demostró cómo los microorganismos podían consumir fertilizantes tóxicos, y una publicación de 2015, la más citada de su trayectoria, sobre el potencial de los pigmentos en aplicaciones médicas y farmacéuticas.
A pesar de su pasión y dedicación, la investigadora no oculta los retos de hacer ciencia en España. Aunque asegura que el panorama ha mejorado en comparación con hace 25 años, el financiamiento sigue siendo insuficiente frente a estándares europeos.
"La nueva Ley de Universidades trae esperanza para una carrera académica menos burocrática, pero el camino sigue siendo exigente", confiesa.
"Es un ciclo constante de estrés, siempre acabamos en la casilla de salida por toda la burocracia que se nos pide y la alta demora, no es normal que en España empecemos a ver los resultados de nuestro trabajo cuando ya tenemos 40 años", asegura.
En definitiva, Rosa Martínez Espinosa personifica la convergencia entre la curiosidad científica y la aplicación práctica. Sus descubrimientos no solo aportan soluciones innovadoras a problemas globales, sino que también abren nuevas perspectivas para el uso sostenible de recursos naturales.