La Navidad es sin duda la época del año en la que la mesa adquiere un protagonismo especial. Es el momento de reunirnos con la familia, de compartir largas sobremesas y de disfrutar de recetas que, durante el resto del año, apenas tienen cabida en nuestro día a día.
La comida se convierte en un vínculo, una manera de celebrar y demostrar cariño, pero también en un escaparate de platos más elaborados y productos que simbolizan esta festividad.
El marisco, los embutidos ibéricos, los asados de cordero, cochinillo o pavo, y los tradicionales dulces como el turrón o los polvorones, ocupan las mesas navideñas en una tradición que cada año se repite.
Sin embargo, esta demanda especial también conlleva un fenómeno que preocupa a los consumidores: la subida de precios.
Comprar en Navidad no es lo mismo que hacerlo cualquier otro mes del año, y aunque muchos intentan anticiparse a esta situación, el encarecimiento de algunos productos parece inevitable.
Desde EL ESPAÑOL de Alicante nos desplazamos hace unos días al Mercado Central para preguntar a los comerciantes por trucos que puedan ayudarnos a ahorrar algo de dinero durante estas fechas.
Verónica, Carnes Moltó
Por su parte, Verónica Moltó, de Carnes Moltó, destaca que la preparación para las comidas navideñas comienza a notarse desde dos semanas antes. "La gente empieza a adelantarse por el tema de los precios, ya que saben que van a subir. Los que tienen claro lo que van a comprar, ya lo están llevando", comenta.
En cuanto a los productos más demandados para las celebraciones, Verónica señala que cordero y cabrito son las carnes más solicitadas en esta época. "Son los que más se llevan, especialmente para las comidas tradicionales", asegura.
Además de la anticipación, Verónica explica que los precios de las carnes suelen subir conforme se acercan las fechas. "Siempre pasa lo mismo, que suben, y este año no es diferente. Los precios suben bastante, a veces hasta un 4% más, y no bajan. Cada vez están más caros", afirma.
Comprar en los mercados municipales durante la Navidad es una de las mejores formas de ahorrar sin renunciar a la calidad. Estos espacios ofrecen productos frescos, de temporada y de proximidad a precios más ajustados que en grandes superficies.
Además, permiten comprar la cantidad exacta que necesitas, evitando el desperdicio y ajustando el presupuesto. La atención personalizada de los comerciantes, siempre dispuestos a ofrecer consejos y trucos, garantiza que saques el máximo partido a cada compra.
Apostar por los mercados locales no solo cuida tu bolsillo, también impulsa la economía del barrio y reduce la huella de carbono al favorecer productos de proximidad.
Cada compra ayuda a mantener vivos los pequeños comercios y a crear empleo en la comunidad. Así, mientras ahorras en tus menús navideños, disfrutas de productos de primera calidad y contribuyes a que los mercados municipales sigan siendo el corazón de nuestras ciudades.