Castillo de Banyeres de Mariola.

Castillo de Banyeres de Mariola. Turismo GVA

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El pueblo más bonito de Alicante para visitar en febrero: rodeado de naturaleza y con un imponente castillo

Esta localidad de L'Alcoià es conocida por su pasado islámico del que todavía quedan restos y porque desde su fortaleza se pueden contemplar 4 provincias.

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Alicante
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Febrero está a la vuelta de la esquina, y con él llega una oportunidad perfecta para hacer escapadas que nos permitan conectar con la naturaleza. Los días se alargan poco a poco. Y en la provincia de Alicante, donde el clima es cálido durante gran parte del año, no hay excusas para no descubrir destinos llenos de encanto.

Uno de estos lugares destaca por su impresionante entorno natural y su legado histórico. Ubicado en la comarca de l'Alcoià, al norte de la provincia, se encuentra en un enclave privilegiado dentro del Parque Natural de la Sierra de Mariola. Sus paisajes, repletos de hierbas aromáticas y medicinales, invitan a recorrer sus senderos y a sumergirse en su historia.

Este destino no es otro que Banyeres de Mariola, un pueblo con un patrimonio excepcional y una fortaleza que domina el paisaje. Su castillo, situado a 830 metros de altitud, es una de sus principales atracciones.

Aunque ha sido restaurado, conserva elementos de su origen islámico, como la Torre del Homenaje, edificada en la época almohade mediante la técnica del tapial. Desde lo alto de la torre, los visitantes pueden disfrutar de unas vistas privilegiadas que alcanzan hasta cuatro provincias: Alicante, Valencia, Albacete y Murcia.

A los pies del castillo, se encuentra el Monumento a Sant Jordi, un homenaje al lugar donde antiguamente se ubicaba una ermita dedicada al santo. Conocida como 'El Conjurador', la tradición cuenta que Sant Jordi tenía el poder de ahuyentar tormentas con las oraciones de los vecinos.

El recorrido por Banyeres de Mariola también lleva hasta la Iglesia de Santa María, situada en la Plaza Mayor. Con una fachada de estilo barroco y un interior de planta de cruz latina, este templo ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos.

Molí Pont, Sierra de Mariola

Molí Pont, Sierra de Mariola GVA

Según explican desde Turismo de la Comunitat Valenciana, el  campanario fue destruido durante la Guerra Civil, pero después reconstruirlo y recuperar su esplendor original.

Otro de los edificios más antiguos del municipio es la Ermita de Santa María Magdalena, que data de los siglos XIII y XIV. Cada mes de julio, este lugar cobra protagonismo con las procesiones y ofrendas en honor a la Virgen, una tradición muy arraigada en la localidad.

Para seguir explorando el pasado de Banyeres de Mariola, merece la pena visitar la Casa de la Cultura. Este edificio tuvo un papel fundamental en la vida del pueblo, ya que en él se recaudaban fondos tanto para ayudar a los más necesitados como para el mantenimiento del teatro local.

Monumento de Sant Jordi

Monumento de Sant Jordi GVA

Pero si hay un símbolo característico de este municipio, son sus molinos. Distribuidos a lo largo del río Vinalopó, estos ingenios hidráulicos fueron clave en el desarrollo de la industria papelera entre los siglos XVIII y XX.

Actualmente, algunos de ellos se pueden visitar a través de la Ruta de los Molinos, un itinerario que permite conocer la importancia de esta actividad en la historia local.

Para completar la experiencia, nada mejor que degustar la gastronomía de la zona, caracterizada por platos tradicionales que conservan la esencia de antaño.

Banyeres de Mariola es un destino que aún conserva su autenticidad y que invita a ser descubierto en cualquier época del año.