En el panorama cambiante de la hostelería que convive con la pandemia, las cenas y comidas de empresa por Navidad vuelven a los restaurantes alicantinos. Ya sea organizada por los propios compañeros de trabajo o por los jefes, las tres patronales del sector destacan el aumento de peticiones de reservas para este mes de diciembre. Y ahí lo tienen claro, quien no reserve lo va a tener muy difícil para encontrar las mesas para atender los grupos de hasta diez personas.
Las restricciones sanitarias son para Javier Galdeano la razón por la que ya puede ser complicado encontrar espacio para quedar con los amigos en los locales alicantinos. El presidente de la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante, Alroa, cuenta que la previsión que se tiene es que el tope de diez comensales por mesa se va a mantener durante el mes, "esas limitaciones hacen que seas más previsor porque el que espere al último momento, no va a tener sitio".
En eso coincide su compañero de la Asociación de Restaurantes de Alicante, ARA, que cuenta que "de viernes a domingo, todo el mes de diciembre, está lleno". Para César Anca y el centenar de asociados que representa, la solución está en quedar entre semana. "De martes a jueves, está abierto y con bastantes huecos", apunta como recomendación para quienes no tengan aún cerrado su encuentro.
Las previsiones son precisamente el tema que preocupa a María del Mar Valera. La responsable de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante reconoce que con muchos de sus compañeros se ha sorprendido porque "este es quizás el año en que más pronto ha empezado a reservar". Eso sí, como apuntaba, esas reservas están hechas teniendo en cuenta las restricciones actuales de espacio. "Estábamos con el miedo de que nos rebajasen el aforo y a ver a quién decíamos que no podía venir", reconoce.
Salir más de diez
La tendencia al alza de los contagios está empezando a enfriar los ánimos para un mes que se estimaba tendría muy buenos registros después del año y medio tan desastroso. Valera cuenta que ya tiene asociados que han recibido el aviso de empresas que habían reservado y que preferían cambiar de plan. De momento, como recalcan sus compañeros Anca y Galdeano, no tienen aviso de algo similar. "La gente está animada a salir a día de hoy", subraya Anca.
Galdeano coincide con este y reitera la importancia de la previsión cuando se trata de organizar los encuentros con colectivos, ya sea amigos o compañeros de trabajo. "El condicionante es los diez por mesa porque por logística es más delicado y la ubicación condiciona mucho a los locales". Anca señala que entre sus asociados sí que han notado que las empresas han vuelto a organizar estos encuentros, después que el año pasado se llegaran a prohibir como precaución.
¿Nochebuena en el restaurante?
Más allá del regreso de las empresas a los salones, Valera y Anca recuerdan otro público muy importante para diciembre: el familiar. Ambos presidentes explican que este año entre esas reservas muchas son directamente para el día más señalado, el 25 de diciembre. Un festivo que ya se ha convertido en un día laboral más para el sector. "El día de Navidad ya desde hace tiempo la gente no tiene sitio", señala la primera. De hecho, "a mí, llega la semana de Navidad, y ya no tengo hueco".
Los dos reconocen también su sorpresa por una tendencia al alza, las peticiones para cenar en sus restaurantes en Nochebuena. "He recibido seis llamadas para familias", cuenta Anca, "y nos llama la atención que sea para la cena. Cosa que otros años ni se planteaba porque es sagrada". De momento, ni él ni ella ven claro que en este 2021 se abra para ese servicio.
Lo que sí ven, y que se ha reforzado con la pandemia, es el aumento de las peticiones para tener el pedido para llevar. "Les ofrecemos lo que quieran para que se lo lleven", indica Valera. "La comida para llevar ha venido para quedarse, porque antes venían dos o tres", cuenta que le sucedía en su local, "pero en la pandemia ha habido un aumento de gente que nos pedía en arroces, aperitivos y bebidas, hasta los menús completos".
Quedarse en casa
El señalamiento de la variante ómicron como un riesgo alto es el jarro de agua fría que ha caído este mismo martes. Con la petición del Ministerio de Sanidad de limitar el número de participantes en "eventos públicos y sociales", los tres presidentes han mostrado su malestar ante lo que se podría interpretar como un señalamiento al sector.
Galdeano critica esta forma de actuar. "Si piensas que hay un riesgo, toma una decisión vinculatoria y que afecte a todo el Estado. La recomendación es una recomendación" y por eso considera que "vamos a salto de mata. La capacidad de gestión es tan nula que vamos detrás de los problemas". De ahí que pida que las medidas sean claras y ágiles, para que no se extienda de nuevo en el tiempo.
Anca se muestra también duro ante esos planteamientos no lanzados oficialmente. Y ahí recuerda los meses previos al verano con las limitaciones que tenían, como se pedía un mayor control "la seguridad que la reclame el Gobierno central a los aeropuertos, que es por donde ha entrado cada cepa nueva". Valera también lamenta la forma en que les llegan estos avisos. "Es un caos. Cuando sale cada medida, la gente se crispa, y con el tema del pasaporte está la gente que trina".