Llega el plato fuerte a la Comunidad Valenciana con dos nuevos restaurantes con 'Dos Soles Guía Repsol'
'Raúl Resino' en Benicarló y 'Tula' en Xàbia han recibido el reconocimiento, con un total de 54 soles en restaurantes de Alicante, Valencia y Castellón.
28 febrero, 2022 21:10Noticias relacionadas
La Comunidad Valenciana presume contar con hasta 54 soles. La Guía Repsol 2022 ha reconocido con dos soles a los restaurantes Raúl Resino en Benicarló (Castellón) y Tula en Xàbia (Alicante). Además se estrenan con este reconocimiento los restaurantes Aticcook, Baeza & Rufete, Els Vents y Natxo Sellés en Alicante; Atalaya y Rubén Miralles en Castellón y Kaido y Karak en Valencia.
La entrega de los Soles Guía Repsol se ha celebrado este lunes en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, bajo el lema 'Llega el plato fuerte', con la intervención del Consejero de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco, Javier Hurtado y con el Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz.
La Comunitat Valenciana cuenta desde hoy con dos nuevos restaurantes distinguidos con Dos Soles Guía Repsol: Raúl Resino, en Benicarló (Castellón) y Tula, en Xàbia (Alicante).
El cocinero madrileño Raúl Resino presta su nombre a un restaurante cuya oferta se reduce a un menú degustación sorpresa centrado en los productos del mar, cuyos platos "exhiben sensibilidad y belleza" de su territorio de adopción, bañado por las aguas del Mediterráneo, como inspiración e hilo argumental.
Junto a la playa del Arenal de Xàbia, el restaurante de Borja Susilla y Clara Puig se llama Tula, igual que la abuela del chef, con quien pasó la mayor parte de su infancia y con ella aprendió a cocinar platos de distinta índole, de caza, mar y montaña.
El restaurante explota la cocina levantina, donde el pescado se madura con precisión y lo facilita una familia de pescadores que sacrifica los peces siguiendo la técnica japonesa de desangrado 'ike jime'.
Además, 8 restaurantes de la Comunitat han sido galardonados con Un Sol Repsol: Kaido y Karak en Valencia; los alicantinos Aticcook de Dénia, Els Vents de Sant Joan d’Alacant, Natxo Sellés de Cocentaina y Baeza & Rufete de Alicante; y los castellonenses Atalaya de Alcalà de Xivert y Rubén Miralles de Vinaròs.
En Valencia, la gerencia de Kaido ha llegado a aconsejar acudir con un perfume lo más suave posible ya que "todo afecta a la experiencia" y la intención es que nada externo interfiera en este sushi bar, donde el japonés Yoshikazu Yanome ejerce de maestro de ceremonias.
Por su parte, Rakel Cernicharo lleva más de una década al frente de Karak en el barrio de El Mercat, donde ofrece cocina europea de mercado sofisticada y reconocible, con un toque oriental y base tradicional mediterránea.
En Dènia (Alicante), la continua interacción de Bruno Ruiz con los comensales es uno de los principales reclamos de Aticcook, donde se ofrece una particular interpretación de la Marina Alta.
Por su parte, el cocinero José Antonio Sánchez confecciona en Els Vents un recetario que reivindica las bondades de la gastronomía alicantina, que muestra admiración por el legado de las madres y abuelas de la terreta en Sant Joan d'Alacant.
En Cocentaina, Natxo Sellés es un establecimiento elegante, moderno y luminoso, donde el propietario y cocinero despacha cocina tradicional con toques de autor, mientras que en Baeza & Rufete, en Alicante, Joaquín Baeza se nutre de la despensa alicantina para edificar su propia interpretación de la cocina mediterránea utilizando para ello diferentes aceites de oliva y hierbas aromáticas como hilos conductores.
Y en Castellón se ubican los otros dos restaurantes reconocidos, Atalaya, en Alcalà de Xivert y Rubén Miralles, en Vinaròs.
En Atalaya, Alejandra Herrador y Emanuel Carlucci muestran su cocina de territorio en tres menús que recorren la diversidad de Castellón, mientras que en el restaurante Rubén Miralles, el propio cocinero vuelca su creatividad en procurar nuevas formas a ingredientes locales de larga tradición que él contempla como eternos, desde el pato del Delta del Ebro al langostino del mismo Vinaròs, sin olvidar cecinas de Todolella, ni quesos y almendras del Maestrat.