Alicante

El arroz con costra es "un símbolo cultural" y Elche quiere que eso cuente con su sello oficial. Después de un año desde que se lanzara la idea, el pleno del Ayuntamiento aprueba por unanimidad formalizar la petición para que la Generalitat estudie si le da el título de Bien de Interés Cultural Inmaterial.

Elche sabe lo que implican estos largos procesos ya que los ha tramitado en varias ocasiones para conseguir los reconocimientos de Patrimonio de la Humanidad para su palmeral, el Misteri y el proyecto pedagógico del Museo de Puçol. Y también el impacto que luego ofrecen a la ciudad.

En este caso, el comunicado del Ayuntamiento que recoge Efe ha asegurado que han estado trabajando con la Conselleria de Cultura para avanzar en este reconocimiento. Este último organismo es el que tendrá que aprobar el siguiente paso desde que lo iniciara la Junta Local de Gobierno en 2021.

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Y en ese camino el concejal de Turismo Carles Molina muestra su entusiasmo sobre este plato. "Las mejores cosas de nuestra vida se realizan alrededor del arroz con costra", afirma. A diferencia de la promoción con Tabarca, en este caso destacan que se trata de una receta tradicional que Elche comparte con otras localidades como Orihuela o Pego.

Compartido y discutido

Más allá de si se ha inventado en Elche, o en Orihuela, que se estudie la inclusión en el Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano como Bien de Interés Cultural Inmaterial supondría el reconocimiento de la singularidad y la relevancia social, cultural e histórica que la elaboración de este plato representa para toda la población, independientemente del lugar donde se elabore.

Su origen se remonta al año 1490, cuando aparece en el recetario del Mestre Robert. Entonces formaba parte de la oferta que tenía como el cocinero real del valenciano Ferran I de Nápoles. Aunque por aquel entonces su nombre era arròs en cassola al forn dado su origen y elaboración en el antiguo Reino de Aragón.

Y en Elche

En Elche, el arroz con costra se come desde mediados del siglo XIX, aunque con motivo de la Guerra Civil y la posguerra, y con ello los años de hambre, se produjo una paralización en su elaboración. Fue en este momento cuando pasó a llamarse costrabuida, ya que apenas contenía arroz y algo de huevo en ocasiones.

La característica del arroz con costra de Elche, a diferencia del de otros lugares, es que se cuece con una chapa de metal encima con brasas, la llamada costrera.

Es en la década de los sesenta del siglo XX cuando se hace muy popular gracias al auge del sector del calzado. Muchos emigrantes llegan a la ciudad de Elche para trabajar y abren restaurantes en los que incluyen en su carta este plato.

Su popularidad lo incluyó en 1974 en los folletos de promoción gastronómica elaborados por el Ministerio de Información y Turismo, el mismo año en el que en Elche se celebró el primer concurso de arroz con costra.