Alicante

Más alto, más fresco y con más sabor. Las ciudades están aprovechando cada vez más los espacios en altura y así aparecen las terrazas en las azoteas. Con el fin de las restricciones de la pandemia, Alicante empieza a sumar proyectos este verano para renovar la imagen de la coctelería. El último en sumarse, HighBar.

Guillermo Albert celebra esta semana la inauguración de su última propuesta con la marca Three Monkeys que desarrolló con su socio Santi Gómez. Desde la azotea del hotel Oddisey Rooms, compite por las mejores vistas del castillo de Santa Bárbara con otras opciones abiertas en el casco antiguo de la ciudad.

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"Es un proyecto muy serio, muy bonito y muy pensado", cuenta tras la inauguración de esta terraza con capacidad para setenta personas. Su ejemplo llega también con la búsqueda de espacios al aire libre reforzada por la pandemia. Albert y Gómez sufrieron como tantos otros la dureza del cierre inicial: "Nos afectó muchísimo porque apostamos por un tipo de coctelería diferente que hay que implantarlo".

Ver y beber

Y cuando en las calles no hay más sitio o permisos, los hoteleros piensan en aprovechar sus azoteas. Así se hace compatible el uso de la terraza y piscina de día, con un servicio de bar y cócteles a partir de la tarde y hasta la madrugada. "El proyecto que traemos es bonito por lo grande e ilusionante. Somos muy de la terreta y nos enorgullece que quien venga de fuera pueda contemplar el castillo, el barrio de Santa Cruz, la concatedral o el Ayuntamiento".   

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Si importantes son las vistas, más lo es la bebida que lo acompaña. Y en eso es donde tienen experiencia Albert y Gómez. Incluso teniendo su local cerrado han conseguido aparecer durante 2020, 2021 y este 2022 en la lista de las mejores coctelerías que impulsa Madrid Fusión gracias a sus proyectos y colaboraciones con otros espacios.

"Apostamos por la innovación con la fórmula de la coctelería embotellada", explica. Esta idea que les surgió precisamente de cuando no se podía asistir a bares, la aprovechan ahora en azoteas con espacio para coctelería más limitados. "Seguimos con nuestros estándares de producto natural que para nosotros es una línea roja, no trabajar con artificial, e ir más allá en los sabores", apunta.

El Monkey Lab que mantienen en la calle Bailén es donde embotellan su carta de cócteles que en el caso del HighBar se presenta con el mismo cuidado y decoración. Y no es el único lugar en el que estará disponible. En otros establecimientos, como el grupo Gourmet o Code Playa, se han interesado por este tipo de producto y ya lo ofrecen desde inicios de mes. "Trabajamos diferentes perfiles de coctelería para diferentes perfiles de cliente", explica.

En lo alto

Les Monges, Cuppola o Amérigo son parte de esta propuesta de terrazas en azoteas que comparten una ubicación muy cercana en el casco antiguo. "El hecho de que seamos muchos, enriquece. Para mí no son competencia porque por mucho que te gusten las vistas, si vienes doce veces al final te cansas. Así nos retroalimentamos. Y somos gente seria que trabaja muy bien. Vamos a funcionar en la medida de que aportemos valor".

El objetivo que se marcan de esta forma es favorecer que "Alicante despierte la curiosidad por el concepto azotea, como lo tiene Madrid. Estamos preparados para el estilo". En HighBar su oferta oscilará entre los 9 y 12 euros en lo que respecta a cócteles y copas. El uso de la piscina lo marcan como opción extra, con reserva de mesa por 250 euros que incluye una botella de destilado prémium y refrescos o dos botellas de champán rosé o una de champán brut.