El mundo del helado es una dura competición en la que las propuestas clásicas y las nuevas de cada año buscan seducir al consumidor. Y siempre gana el turrón. En Grupo Alacant lo saben de primera mano ya que son heladeros desde 1972. Así que para celebrar su 50 aniversario tenían que hacerlo de forma especial. Con una tarta, claro. Y de turrón, por supuesto. Que lo hayan podido conseguir hacer para que se pueda comer en una tarrina o en un cucurucho es un logro técnico que les lleva a conseguir una patente europea.

Y para contarlo lo hacen en una heladería. En el paseo de la Explanada cuentan con un local de Antiu Xixona, una de sus marcas. Allí recibe Pablo Gómez, responsable de I+D+i de Grupo Alacant. Él se encarga de explicar los largos procesos por los que tiene que pasar una idea de helado hasta que llega al consumidor. Un camino que aún es más dificultoso cuando se quiere crear algo nuevo como el sabor de tarta de turrón. 

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La disposición de los ingredientes es la clave por la que se han lanzado a pedir el sistema de protección europeo de su técnica. ¿Cómo se consigue meter una tarta en una bola de helado? Base, relleno y cobertura son partes de un pastel que querían se pudiera saborear mediante una nueva presentación. Así conseguían el doble efecto de demostrar su capacidad creativa y el de abrir una forma inédita de servir sabores.

Trabajar para el placer

"Desarrollar helados requiere de tiempo y un procedimiento muy fijo y por eso hemos desarrollado uno que nos ha funcionado", apunta. Según este esquema, las reuniones empiezan en el primer trimestre del año entre su departamento de investigación, el de mercadotecnia y comercial. En la primera se definen cuáles serán las novedades que se quieren lanzar para que el año siguiente se disfrute.

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Hasta llegar a esa lluvia de ideas ya hay que ir con muchos deberes hechos. Hay que hablar con los proveedores para saber qué ingredientes tienen de novedades, el análisis del mercado presenta las tendencias del momento y en la parte económica se tiene que tener en cuenta cuál sería el precio objetivo con que se podría vender al público.

La tarta de cumpleaños

Como se trata de un proceso largo, en 2020 ya tenían que empezar a pensar de qué manera podían sorprender y celebrar sus cinco décadas de historia. "¿Y qué mejor forma de hacerlo con una tarta?", reconoce risueño Gómez. Así que pensaron que los esfuerzos valían la pena hacerlo para una ocasión. El sabor no admitía discusión, tenía que ser turrón, "que es nuestro buque insignia". Las ventas así lo señalan como el favorito de sus clientes.

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Y la tarta la querían montar de forma que tuviera una plancha de bizcocho, crema de turrón, naranja confitada, otro de turrón y una ducha de chocolate. Ahora, ¿cómo metían el bizcocho en una crema de helado sin que este se convirtiese en una masa chiclosa o absorbiera el líquido? Por otro lado, una tarta suele disponerse en forma rectangular para mantener su estructura por capas, ¿cómo se podía llevar eso a la esfera que es la bola de helado?

Ese es el desarrollo que han conseguido resolver durante estos dos años de pandemia "para que cuando cojas la bola, tenga todas las capas y se consuma a la vez". En la heladería de la Explanada así lo presentan en una tarrina y en un cucurucho, demostrando cómo se mantiene la disposición de los ingredientes.

Gómez reconoce su satisfacción por este trabajo que han presentado a Europa para tener la patente que lo proteja. Su objetivo, una vez pase este aniversario, es poder aplicar esta técnica de nuevas formas. Y así, seguir sorprendiendo a un usuario que cada año busca novedades. Aunque el sabor que gane sea siempre el turrón.