El regreso del concurso de roscón de Reyes celebra esta Navidad lo mejor de la profesión en Alicante para reivindicar la calidad y el sabor que aporta cuando está hecho en una panadería. Y en su vigésimoprimera edición, después de la parada por la pandemia, lo hace también en un año en el que se ha reducido en un tercio la participación de los hornos.
Juani de Gea representa los retos que afronta el sector. Con su bollo ha logrado la tercera posición en un concurso que ganó el primer año que el gremio de Panadería y Pastelería de la Comarca de L'Alacantí y la Federación Alicantina de Comercio Facpyme lo lanzaron. En una semana dejará de estar al frente de La boutique del pan ya que traspasa su negocio por jubilación.
"Este es mi último roscón", cuenta, "es mi última etapa". Y lo dice con mucha emoción, prosigue, porque siempre ha participado en este concurso en el que ha ido recogiendo diferentes premios. Son tres décadas en las que ha estado abriendo cada día su negocio en la avenida doctor Rico del barrio de San Blas, ganando la confianza de los vecinos con una base: "El producto tiene que ser bueno".
Con ese criterio se han presentado los diez aspirantes al concurso de este año, en unas fechas complicadas al ser el lunes posterior a una intensa Nochevieja. En el proceso de cata el jurado ha destacado la calidad de todos los aspirantes, en particular de los tres que han compuesto el podio que ha liderado la panadería Castell, en la calle Condes Soto Ameno.
A De Gea le parece especialmente significativo que sean tres establecimientos de barrio, dos en San Blas y la otra, la de Hermanos Guardiola, en Campoamor. "Son barrios que mantienen las tradiciones", recalca. Y eso se traduce en el apego por el producto sin preocuparse por lo que costará cada año: "Casi la mayoría de los que vienen te lo piden sin preguntar lo que vale hasta que no lo tienen encargado".
Es la recompensa que reciben por el sabor que aporta el trabajo hecho de calidad, una idea que reitera De Gea. "El producto tiene que ser bueno, entonces ahí ya viene todo: el aceite, el azúcar...", explica. E insiste en ello porque, en caso contrario, "es simple no sabe a nada".
Y así lo han comprobado desde el jurado en el que han estado la directora territorial de comercio Pilar Santos, la edil de Hacienda Lidia López, Tania Jiménez de Facpyme, el panadero Rolando Aveillán (ya retirado como remarcan desde el gremio) y Óscar Fernández asesor de la asociación. Una sensación que se transmite no solo por el aspecto que presentan, también en el aroma que inunda la sala de reuniones en la que han hecho la deliberación este primer lunes de enero.
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En el caso de la propuesta que ha presentado De Gea, ella señala que la leche que emplean la acompañan de canela y corteza de limón: "Son cositas que aumentan el sabor, que es lo importante". Y es que no podían jugarse la prueba a la baza del relleno ya que las bases del concurso marcan que este debía ir sin nata, trufa o crema. ¿Y cuál es el que más se vende con relleno sin relleno? "El tradicional", responde De Gea, "es el rey para mojártelo con chocolate, como se ha hecho toda la vida. De los rellenos, el de nata".
Sin las cremas, el único apoyo con que cuentan y que para De Gea marca esa diferencia es la fruta confitada. Un dulce para el que se apoyan en otros profesionales, los de Xixona. A ellos les encargan las naranjas, calabazates o guindas con que coronan el bollo. "Ese saborcito que le da la fruta hace muchísimo, muchísimo", asegura.
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Estos próximos días serán muy intensos para todos los que aparecen en la lista, conceden. De Gea atiende personalmente esta semana a todos los que se acercan a su local en San Blas, donde se suceden sin parar los encargos, y asegura que el 5 de enero "es el más fuerte del año porque se hacen al día, no se elaboran de un día para otro. Trabajamos día y noche y abrimos todo el día para estar al pie del cañón".