"Con nuestro trabajo estamos dando luz a los productos de la Comunidad Valenciana", así describe Kiko Moya uno de los objetivos de L'Escaleta, un restaurante con dos estrellas y 3 Soles Repsol ubicado en la montaña "mágica" de Cocentaina, en el interior de la provincia de Alicante.
Kiko Moya y Alberto Redrado han seguido el ejemplo de sus padres demostrando día a día su pasión por la gastronomía y el vino, elaborando platos con los mejores productos de la terreta.
En una entrevista con EL ESPAÑOL por el día de la gala de los Soles Repsol 2023, que este año se ha celebrado en Alicante, el veterano cocinero Kiko Moya comparte con nosotros su alegría por formar parte de la "élite gastronómica", así como habla sobre la posibilidad de expandir su proyecto fuera del restaurante de Cocentaina: "Algo hay".
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Pregunta: Kiko Moya, otra vez tres soles Repsol y encima se lo dan en su tierra, Alicante. ¿Qué se siente?
Respuesta: Hay que pensar que nos los prestan y no nos los dan. Es el trabajo del día a día de un equipo. Me toca dar la cara y llevarlo a casa para que lo disfrute todo el mundo.
P: Kiko Moya, ¿está pensando en expandirse fuera de L'Escaleta?
R: En L'Escaleta se está muy bien, es la montaña mágica. Pero, es posible que dentro de poco podamos ver algo más por ahí. Algo hay.
P: La Comunidad Valenciana, una región líder en toda España gracias a este reconocimiento. ¿Cómo ve el apoyo que se da por parte de las administraciones?
R: El trabajo que se ha hecho en estos últimos años ha sido encomiable, y por supuesto hay que agradecer a la administración el esfuerzo que está haciendo. Hay que pensar, que más allá de que el público pueda ver el apoyo que se da a la élite gastronómica, nosotros también ejercemos de motor para proyectos que tienen menos visibilidad o ‘glamour’, por decirlo de algún modo. Con nuestro trabajo estamos dando luz también a los productos de nuestra Comunidad Valenciana. No nos quedemos solo con que a esta gala viene la élite gastronómica, sino que nosotros representamos a los productos, productores; y en definitiva, a nuestro sabor.
P: Sobre la evolución del sector en la Comunidad Valenciana, ¿cómo lo ve?
R: Estos eventos ponen de relieve para la persona local de la Comunidad Valenciana, el trabajo que se está haciendo. Nosotros lo sabemos y somos conscientes de ello. Por eso es bueno también que el ciudadano también lo vea con este tipo de galas. Los núcleos gastronómicos como Madrid, Barcelona o País Vasco, seguirán estando, pero cada vez hay más comunidades que apuestan por la gastronomía de calidad, y la Comunidad Valenciana es una de ellas.
P: Bueno en su caso es también de alguna manera un líder a nivel europeo, el restaurante aparece incluso en listas de mejores locales de Europa.
R: Estas clasificaciones hay que cogerlas en su justa medida. Está bien y yo super contento de que sea así, pero hay que volver al suelo, hay que relativizar todo un poco. No eres ni mejor ni peor que hace una semana o unos días; hay que seguir apostando por la calidad de nuestro trabajo y por seguir mejorando.
P: Habrá poca gente que no conozca la cocina de la Escaleta, pero cómo la definiría para el lector que la descubra ahora cómo es ese restaurante que está en la montaña de Cocentaina.
R: Hay mucha gente que no nos conoce, afirma entre risas. La cocina de L'Escaleta pretende ser como un faro y dar luz a pequeños proyectos o pequeñas historias de nuestro entorno. Son historias, paisajes, tradiciones y productos, para dar continuidad a todas esas cosas a través de nuestra cocina. Ese es nuestro objetivo y esperamos seguir cumpliéndolo por mucho tiempo.
P: Para un restaurante del interior de la provincia, no debe ser nada sencillo conseguir dos soles. Cuáles son las ventajas y las desventajas que tiene L'Escaleta con respecto a otros locales de costa.
R: Tenemos tres Soles, pero dos estrellas. La lejanía de nuestra propuesta con respecto a los grandes núcleos de población, nos ha permitido crecer de una forma más pausada y orgánica porque la gente ha descubierto un proyecto que ya estaba muy consolidado. La sorpresa de la gente al encontrarse un restaurante perdido en la montaña, pero muy sólido. Esa ha sido nuestra principal ventaja, ya que otros restaurantes de la costa han estado más controlados a nivel mediático desde el principio.
Mis padres arrancaron el proyecto, y ellos nos ayudan ahora a mantener los pies en la tierra. Nosotros llegamos a casa, y ahí somos Kiko y Alberto, los chavales que han nacido bajo las faldas del restaurante. Este premio lo celebramos hoy, pero mañana estaremos en la cocina peleándolo.