En la Playa de San Juan de Alicante Valentina Monticone Pisistrato ha encontrado un rincón en el que disfrutar de la vida. Esa es la promesa con la que recibe a los clientes de Anva, su local de bebidas y tapas.
"Es un lugar donde la gente puede venir a sentirse en libertad, con tranquilidad, buena energía y música", se arranca con orgullo. Con "una vista espectacular y un sol que lo tenemos casi todo el año", ya cuenta con suficientes atractivos para llenar sus mesas, pero es en la comida y la bebida donde conquista a quienes se acercan al paseo de la avenida de Niza, 4.
"Me gusta comer bien", destaca. "Parto de que todo lo que yo quiero recibir cuando voy a un sitio es lo que quiero ofrecer". Y eso lo traduce en la forma en que prepara las tapas. Las croquetas de gamba roja brillan en un surtido en el que incluye también de fua, jamón o las de queso azul y cebolla caramelizada.
Si hay un entrante en el que pone especial cuidado es el de berenjenas crujientes con miel: "Es mi bebé, me encanta". Un énfasis que se valora por su forma de prepararlas en rodajas que corta a mano "porque me parece que tiene algo más y no son idénticas todas". De ellas destaca en particular su sorprendente punto de fritura con el que demuestra su voluntad de hacer diferentes platos comunes en las cartas.
Otro ejemplo en esa línea es el tartar de atún rojo que acompaña con boniato crujiente. Ahí resalta la importancia de contar con un buen proveedor para que la materia prima sea de calidad, como es Balfegó en este caso: "Eso es lo que hay que ofrecer, productos de calidad. Es más costoso, pero es que lo vale". Con eso ya se encarga ella de cuidarlo para que absorba los sabores de las salsas "hasta que encuentran ese punto adecuado, así que todo tiene su toque de encanto".
En los entrantes también representa sus orígenes con el apartado de su carta que llama Una pizca de Venezuela y donde destacan las empanadas de carne mechada, los tequeños tradicionales con harina de trigo y uno con harina de maíz "que como tal no existe, pero es una versión de la cachapa a la que se le pone el queso encima".
Su mirada a los orígenes lo encarna, ya en su selección de platos principales, el canelón."Es uno de los típicos platos italianos de mi familia y es una tradición en el que quería enseñar lo que son los sabores de hogar porque es un momento que te hace recordar amor", razona.
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El uso de la nuez moscada en el canelón "para que resalte el sabor sin romper la armonía" y, muy especialmente, la carne "que la seleccionamos muy bien porque tiene que ser con casi nada de grasa" hace que brille este plato en la oferta. "La intención es que sientas que no es un paté y que sea armonioso con la besamel, que todo lo hacemos nosotros", recalca sobre su receta. "Cada plato tiene su tiempo y hay que respetárselo", concluye.
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Anva cuenta con un menú brunch por 28 euros.