Alicante

Nuevo local, premio en Alicante y selección nacional entre los cien mejores sumilleres. Cuando Ángela Rodríguez repasa todo lo conseguido este año valora que "todo esfuerzo tiene su recompensa". Airen, su apuesta en la Playa de San Juan de Alicante, es bodega y restaurante y con él quiere que la gente descubra nuevos sabores y, sobre todo, los disfrute.

Agradecida, sorprendida y muy motivada. Esas son las palabras con las que Rodríguez resume el último reconocimiento que ha conseguido este 2024. El Top 100 Sommeliers la acaba de incluir en su lista y por eso celebra el premio al trabajo que le está llegando este año: "Con ganas de continuar y quiero más".

Todo lo que desea es también todo lo que ofrece en su local abierto este enero en la avenida de La Condomina. "Somos una tienda de vinos, de barrio, cercano, con muchas referencias de toda España e internacionales", explica, "y aparte puedes comerte desde ese arrocito, una chuleta a la brasa y degustar una buena gastronomía alicantina". 

De los platos se encarga Santiago Pérez Estrada que, como ella, también abre nueva etapa tras el cierre de Els Vents en septiembre y donde se consiguió un sol Repsol. En Airen la filosofía la tienen clara: "Aquí hay que tomarse un vino, una cerveza y disfrutar". Y con lo que más lo acompañan es con ensaladilla rusa, la marinera murciana con la anchoa o la versión alicantina con taquitos de salazón. "No se puede evitar", asegura Rodríguez

La carta la abren también a zamburiñas a la brasa, las ostras de Daniel Guirao, salpicón de pulpo, salazones, quesos o calamar: "Un poquito de todo". No podía faltar en ese detallado repaso la croqueta de jamón porque, como presume, "es la croqueta", ni tampoco el torrezno al que es tan aficionada.

Y, reivindicando su tradición familiar gaditana, tortillitas de camarón, cucurucho de chocos o la rusa con el pulpo en tempura y la manteca colorá "que eso no se ve aquí". Aunque estos últimos han sido posibles gracias a la visita de su madre en abril.

Su vino fetiche es Giró de Abargues de Casa Agrícola de Pepe Mendoza. "Trabajo su gama más básica, que es Casa Agrícola, que son los que copeo tanto blanco como el tinto".

Y si empieza a enumerar vinos, no se detiene: "Tengo Óscar Mestre, que es un chaval de 30 años que lo está haciendo espectacular, recuperando nuestras uvas autóctonas y trabajándolas muy limpiamente". Además, "vendo mucho un vino de nuestra cooperativa en Alicante, Sarmiento, un coupage que lo tengo a 10 euros en venta y es un espectáculo de vino tinto".

Las menciones a los vinos de Alicante no son casuales porque ella recalca que "potencio mucho nuestra terreta" y "lo vendo muchísimo, por supuesto". Como razona, "hay gente que está dándole un poco de mimo a nuestros viñedos y a la forma de elaborarlos". De esa forma, se establece una relación por la que "nosotros estamos confiando en nuestras bodegas y bodegueros, pero ellos están confiando en los sumilleres de Alicante, porque antes no se hacía. Y ahora damos la cara por ellos porque podemos y porque también apuestan por nosotros".

Y más vinos

La apuesta por Alicante la amplía con la selección nacional e internacional. "Le doy mucho auge a los vinos Amaren que son de Luis Cañas, a Marqués de Murrieta, por supuesto, que es mi vino reservado de La Rioja de copeo y, aparte, es algo espectacular". Un repaso en el que también tiene en cuenta a sus amigos, como Vicente Inat de Gluglú, "que me trae cosas de Verónica Ortega, como La Llorona, que es mi vino blanco preferido del Bierzo. Me trae cosas muy divertidas". 

Con todo ello, Rodríguez también reconoce una cosa sobre el trato a sus clientes: "Nunca les pongo lo que me piden. Jamás, jamás. Soy mujer y Capricornio. O sea, lo siento". ¿Entonces? "Me dicen Ribera del Duero y a lo mejor están tomando un vino de Madrid. O me voy al Priorato, pero con algo sutil, con maceración carbónica, o Bruno Murciano L'Alegria. Jamás voy con lo que me dicen. Y como voy tan así, al final, encima les gusta". Y en caso contrario, "no os preocupéis, me lo quedo por copa, que yo aquí tiro mucho vino por copa y lo suelo cambiar muy a menudo". Un método que le funciona porque "lo cuento y me dicen que me ha gustado. Y quien no bebe vino, se lo bebe".