Alicante

Puntapiedra puede presumir, y lo hace, de tener una privilegiada posición en la costa de la bahía de la ciudad de Alicante. La unión del chef Pablo Montoro con Forty Gestión cumple un año de este proyecto: "Es un sitio súper divertido para disfrutar todo el año y es un buen restaurante que se posicionará como uno de los mejores de Alicante en ese formato".

Plato a plato pensado para una comida distendida con amigos apoya ese razonamiento del chef Pablo Montoro. En esta propuesta conjunta el objetivo inicial era crear algo novedoso "no solo en su estado y forma, sino también en su gastronomía, sus servicios, su vida y, sobre todo, en lo que es el complejo en sí".

En ese ideario van plasmando los platos que se ajustan a una carta que está "mirando al Mediterráneo, basándonos mucho en el producto, acariciando las brasas y haciendo guiños a toda la gastronomía que nos representa". Eso se traduce en "entradas muy divertidas, marisco, arroz, pescados y carnes a la brasa".

El adictivo tartar de tomate y queso de Puntapiedra. M.H.

El desarrollo de los platos crece a partir de esas ideas. El jamón 5 Jotas representa esa idea del cuidado del producto, la causa limeña la voluntad de sorprender, el tartar de tomate con queso comté y vinagreta de mango va a descubrir nuevos caminos partiendo de lo clásico y convertido en un imprescindible. Del mismo modo que la cigala del Mediterráneo espalmada que adereza con piña y brotes de shisho, que se convierte en un entrante seguro. 

Un despliegue con el que busca "hacer una cocina muy de sabor, muy reconocible, con un fondo muy tradicional". Eso, como puntualiza, "sin hacer feos al mundo, porque nos encanta la cocina asiática, la francesa y también incluso la peruana mexicana, pero no le damos protagonismo a esa cocina fusión, simplemente nos apoyamos con diferentes guiños y a partir de ahí generamos una cocina muy enfocada en el Mediterráneo, siempre tradicional".

El cuidado por los detalles que aplican a la presentación en un restaurante de gran capacidad y con diferentes ambientes, como interior, gran terraza, barras y reservados, lo quieren mantener. Así lo llevan a que hasta el pan porque "pocos restaurantes que dan esa calidad de volumen se pueden permitir el lujo de crear su propio pan". Y de ahí a que "todos los postres son artesanos, las salsas… Producto de primerísima calidad".

El orgullo con el que el chef recomendado por la Guía Michelin habla de este proyecto conjunto es el que quiere que sienta el cliente al planear su visita a este punto privilegiado de la bahía: el restaurante del que sentirse orgulloso de acudir y enseñar. "Cada vez son los clientes los que nos lo dicen que necesitan un sitio así, que cada vez repiten más, que les apetece ser embajadores de un sitio diferente", afirma.

La cigala espalmada es uno de los imprescindibles en Puntapiedra. M.H.

La vieira preparada de Puntapiedra. M.H.