En el corazón de Sevilla, en la emblemática plaza del Salvador, el Restaurante Bar La Alicantina es ya una seña de la ciudad con más de un siglo de historia. Lo que empezó como una horchatería, se ha convertido en lugar de encuentro para algunos de los nombres más prominentes del arte, el deporte y hasta la realeza, destacando la madre del rey Juan Carlos I o Ramón Sánchez-Pizjuán. 

Desde su modesto inicio en 1922 como puesto de horchata, fundado por el valenciano de Cascallent Ricardo Talent Andreu, La Alicantina ha evolucionado con el tiempo, transformándose en un punto de referencia culinario en la capital andaluza.

La llegada de la Exposición Iberoamericana de 1929 marcó un punto de inflexión, impulsando su metamorfosis hacia una cervecería y marisquería que ha cautivado a sevillanos y visitantes por igual.

La Alicantina es una visita obligada para cualquier turista y quiera experimentar una gastronomía de primera como la que cautivó a la madre del rey Juan Carlos I de España, quien frecuentaba el local y se deleitaba con sus platos. Su favorito: Solera 47 acompañado de langostinos de Sanlúcar de Barrameda, como recoge la propia página web del local.

Desde los días dorados de la copla con Juanito Valderrama y Pepe Pinto hasta las visitas de figuras del cine como José Bódalo y Pedro Carrasco o artistas como Rocío Jurado, e Isabel Pantoja, La Alicantina ha acogido a personalidades que han dejado una gran impronta en su historia. 

Entre sus distinguidos comensales, destacan los amantes del arte del toreo como Curro Romero, Francisco Rivera y Espartaco, quienes encontraron en sus mesas un lugar para disfrutar de exquisitos mariscos y platos tradicionales y refugiarse de la vida pública.

La reputación de La Alicantina trasciende sus cuatro paredes gracias a su exquisita cocina, destacándose especialmente por su ensaladilla, reconocida en múltiples ocasiones como la mejor de la ciudad según los jurados de la Feria de la Tapa y la Gastronomía.

"Curiosamente La Alicantina traía antiguamente sus langostinos de Vinaroz, zona de gran calidad en esos crustáceos. También eran muy solicitadas antiguamente las angulas de Alcalá del Río, que el mismo Porrito, su popular propietario, las traía en cubos hacia el restaurante", recuerdan en su web. 

Además de su icónica ensaladilla, el establecimiento se enorgullece de servir los mejores champiñones a la plancha de toda Sevilla, obtenidos de las cuevas de Cuenca y Albacete, donde se cultiva la variedad más valorada de España.

Complementando estos manjares, el restaurante ofrece una selección de arroces exquisitos y una variedad de mariscos frescos, todo ello servido en su animada terraza al aire libre, que ofrece vistas privilegiadas y un ambiente acogedor que invita a disfrutar del auténtico ritmo de vida sevillano.