Alicante

Una frase, '¿te imaginas entrar a un restaurante por un árbol?', y unas espectaculares imágenes han convertido al Voltereta de Alicante en el local más viral en años de la ciudad. Cristina Miñarro es la responsable de diseñarlo y aquí cuenta cómo lo hacen.

Trabajando a tope para una pronta apertura, Miñarro alterna el trabajo en la céntrica calle Navas con el que hace en la central de este grupo surgido en Valencia. En su primer restaurante en la ciudad están transformando el cine que tomaba el nombre de la calle

Si se piensa en un restaurante tradicional cuando se trata de Voltereta, va por el camino equivocado. Con esta marca "deciden crear un concepto diferente a lo que está creado actualmente". Unas palabras que en su caso son totalmente ciertas cuando se ven las imágenes de los locales que tienen abiertos en varias capitales.

Miñarro cuenta que la pasión por los viajes y la comida fue la base con que los propietarios se lanzaron con estos locales a partir de una pregunta: "¿Por qué no trasladar todas estas ideas y todos estos conceptos en versión restaurante y que la gente pueda disfrutarlo también?".

Eso lo fueron aplicando en la ciudad de Valencia con cuatro propuestas que sirven para anticipar el trabajo que están haciendo en Alicante. "Empezamos con Voltereta Bienvenido a Casa porque el viaje parte de casa", cuenta. Y así crearon su diseño a partir de una casa mediterránea.

Siguiendo ese camino, la ambición del proyecto se revela con Bienvenido a Bali. "Con villas, hay un puente con agua, con cabañas…", enumera, para ofrecer "pura esencia y experiencia balinesa".

En ese alarde de inventiva, el tercer restaurante que abrieron es Voltereta Bienvenido a Manhattan. "Aquí cambiamos un poco la forma de ver las cosas porque, aparte de viajar a un destino, viajas a una época", explica.

Eso les llevó a la isla más famosa del mundo para recrear el Nueva York de la década de los años 20, "donde tenemos música jazz en directo" y con la idea de que los comensales "pasan por una máquina del tiempo que te traslada a este lugar".

El cuarto local que tienen en la capital de la Comunitat Valenciana es Bienvenido a Kioto. "Aquí donde vas a disfrutar porque viajas al pasado y al futuro: son dos locales en uno", indica.

El éxito y expansión

La acogida a sus propuestas inmersivas les llevó a salir de su territorio para visitar otras grandes ciudades. Este año han abierto en Zaragoza y en Sevilla, donde también han sorprendido al público por la originalidad, al crear Nueva Zelanda y París.

Con la idea de que "ninguno se repite", Miñarro reconoce que enfrentarse a cada proyecto "es chulo y complicado". "Cada local es un destino, son unos materiales, unos proveedores, un tipo de vegetación... Es empezar de cero todo el rato", concede. Y lo afronta sabiendo que "aprendes una barbaridad".  

A punto de cumplir los 28 años, valora que "un interiorista cuando sale de la carrera se imagina estar en un estudio haciendo casas, cocinas, viviendas, pero no creando restaurantes que generan experiencias. Esto es otro nivel en cuanto a diseño".

El reto de Alicante

En Alicante aún no pueden decir el nombre del espacio, pero las imágenes que muestran ya dan muchas pistas del ambiente que se quiere crear y al que animan a entrar a través de un árbol.

El antiguo cine les conquistó. "Cuando fuimos a verlo, dijimos, madre mía, ¿qué vamos a hacer aquí? Tienes mil metros cuadrados sin pilares ni estructuras que visualmente te molesten. Es un lienzo en blanco, pero literal".