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En el barrio de Los Ángeles está el obrador que abastece con miles de panes a las principales hamburgueserías de las provincias de Alicante, Valencia y Murcia. Al frente está Ángel Segura, el panadero que buscó "el pan perfecto" y que ha ido hasta Estados Unidos para encontrarlo.

Todo empezó con la pandemia. El cierre en 2020 hizo que Ángel se pusiera a probar cosas nuevas en el obrador que tienen en la calle José Reus. "Ellos hacían producción tradicional: servicios de hostelería, de bocadillos, barras... Entonces a mí me dio por la hamburguesa", recuerda. 

En la cabeza de Ángel estaba uno que había probado en un viaje a Madrid y que no conseguía reproducir ya en su ciudad. Para complicarlo, en las hamburgueserías no encontraba uno similar ni sabía las materias primas necesarias para hacerlo.

En este negocio familiar son tres hermanos y uno de ellos es el premiado pastelero Fran Segura. "Un día por error le cogí unas harinas equivocadas a mi hermano pensando que con eso podía conseguir algo y salió un pan perfecto", explica risueño Ángel.

Tan contento estaba con lo que había conseguido que se empezaron a mover llevándolo a los restaurantes para que lo probaran "y a día de hoy, pues aquí estamos, sobreviviendo con el pan de hamburguesa".

La respuesta de los hosteleros fue fantástica. Tanto que hasta llegaron a distribuir el pan por las principales capitales de España, un crecimiento tan rápido que decidieron ajustarlo posteriormente para distribuirlo en las provincias más cercanas.

'Brioche' y patata

El esponjoso pan dulce francés brioche es uno de los que más les piden, este lo tienen en la versión hecho con mantequilla y sin, para los que prefieran un sabor más suave. Y la tercera versión que ofrecen es el de pan de patata, que está creciendo tanto su demanda que es ya uno de los más encargados. 

Rodeado de los carros, hornos y maquinaria para envolver los panes, Ángel valora que este es un momento de menor presión. En agosto es su temporada alta y llegan a repartir hasta cinco mil panes a la semana.

Ese menor ritmo es el que también le permite ahora seguir experimentando con una cuarta opción con la que quieren sorprender a los restaurantes. "Un mismo cliente tiene varias variedades de pan, depende la carne... Hay infinita variedad, esto es una locura".

En Estados Unidos

Y si las restricciones en la movilidad durante la pandemia fueron las que estimularon su imaginación, cuando estas se levantaron aprovechó para hacer un largo viaje a Estados Unidos. Allí estuvo probando y encontró uno nuevo que decidió traer.

La unión del pan dulce con el formato del pan de molde le ha servido para ofrecer uno de mayor tamaño que es una de las últimas incorporaciones a su carta de panes.

Todos ellos, como añade, los puede comprar también cualquiera en el despacho que tienen en la avenida de Novelda, la cafetería y panadería Nuestra Señora de Los Ángeles, por un euro y medio en paquete de dos.

Negocio familiar

Cubrir toda esa demanda implica más trabajo. Como destaca Ángel tienen que hacer doble turno. El de noche, "como toda la vida se ha hecho", es el que se encarga del "pan tradicional, casero, de tienda, para hostelería, bocadillos...". Cuando se acaba con eso, "entra el siguiente turno y nos tiramos toda la mañana hasta la tarde con la otra especialidad".

Y así aún recuerda cuanto se animaron a comprar la máquina que les ayuda a embolsar los miles de panes que preparan cada semana: "Todo eso lo hacíamos con las selladoras a mano todo el mundo". Ahora esta es capaz de empaquetar sesenta panes por minuto.

Eso es lo que les permite atender más eficazmente a unos restaurantes que valoran disponer del pan fresco cada día, en pequeños formatos.