El cierre de un comercio con 36 años de historia acabó llevando a Luis Pérez a abrir un bar que en cuatro meses ya ha ganado el concurso al mejor steak tartar en la provincia de Alicante. En él pone "la ilusión por la comida y que la gente disfrute".
No es casual que mencione la palabra Ilusión porque ese es el cartel de la tienda durante la que décadas estuvo vendiendo carritos de bebé. Con ella también fue pionero en el lanzamiento de una web especializada en estos, pero en 2018 bajó la persiana, cansado de la competencia con gigantes como Amazon.
Y así pasaron seis años hasta que un día "que si abrimos esto, que si tal, que si sujétame el cubata y aquí estamos". El 31 de mayo cumplió con aquella promesa y nació Insensato dentro de las galerías Churruca.
Su local llega "con mucha ilusión, como el nombre de la tienda, como debe ser". Con Insensato quería "hacer un sitio que la gente estuviera muy a gusto, que se comiera muy bien y que la gente disfrutara sobre todo".
Y es que aunque acompañen al nombre las palabras vermut y anchoa, Pérez lo define como "un local de picoteo, pero con muchas sorpresas".
Una de las mejores sorpresas que ofrece "es el fantástico steak tartare que prepara nuestro chef Andrés Naranjo, que ganó hace un par de semanas en la Feria Alicante Gastronómica el premio a mejor steak tartare de la provincia".
¿Qué más se puede probar? Este mismo fin de semana han incorporado como novedad "el tiradito de pulpo con leche de tigre olivada". Por eso reitera que "es un bar de tapas sorprendente".
Una carta en la que destaca las gildas, el pincho de aceituna, anchoa y piparra, que preparan ellos mismos. "Ahora tenemos unas gildas nuevas, una ahumada, con anchoa y piparra ahumada, con un sabor espectacular".
Dentro de ese cuidado por los detalles que quiere aplicar se ha buscado un proveedor en exclusiva de Barcelona para el pan y en esa línea también se ha buscado otro para el centollo.
Preparado al momento
"Todo se prepara aquí", destaca Luis sobre el trabajo que lleva adelante con un equipo del que presume con su chef y Juanqui, en el papel de jefe de sala y Valeria apoyando un servicio en el que asegura que "se ponen buenas raciones".
Todo eso se acompaña de bebida, claro. Un apartado del que se siente especialmente orgulloso por el vermut. "Tenemos vermut creo que de todos los puntos de España. Nos falta uno de Canarias, que en un par de semanas ya lo tendremos", destaca.
El tique medio está entre los veinte y treinta euros, apunta, con precios como la ensaladilla de centollo a siete euros o el filete tártaro a 24, aunque también tienen opción individual porque "siempre me han gustado las medias raciones".
La ilusión que transmite con este nuevo comienzo la resume cuando define Insensato como "el bar en el que a mí me hubiera gustado estar. Y estoy en él".