Al fin llegan a Alicante los días de frío y con ellos las ganas de comer consistente y de concederse caprichos dulces.
Ya con el horario de invierno instaurado en nuestras rutinas, poco a poco vamos retomando costumbres típicas de los días de frío en Alicante.
Entre los caprichos dulces que más triunfan en otoño-invierno, figuran los míticos churros y porras, ideales para paliar los efectos del frío y compartir un agradable rato en buena compañía en alguna de las churrerías de Alicante.
Sin embargo, aunque su sabor es inigualable, los churros con chocolate no son precisamente conocidos por ser saludables, por lo que se suele aconsejar consumirlos con moderación.
En este sentido, existe otro postre típico de las abuelas alicantinas que no solo es querido por su sabor especial, sino también por su aportación nutritiva.
Tradición y sabor
Entre los postres típicos de Alicante destaca para los días de frío, el legendario arroz con lech.
Este postre es uno de los más emblemáticos de la gastronomía española y, en la provincia de Alicante, esta receta adquiere una personalidad especial que la hace única.
A diferencia de otras versiones de este dulce, el arroz con leche alicantino se caracteriza por su equilibrio de sabores y por incorporar elementos que resaltan los ingredientes locales y las tradiciones de la región.
El origen del arroz con leche en España se remonta a la época de la dominación árabe, cuando el arroz y la caña de azúcar llegaron a la península.
Los árabes, conocidos por su maestría en la repostería y en la mezcla de especias, influyeron notablemente en los sabores y las técnicas de los postres españoles.
En Alicante, donde la huella de la cultura árabe es especialmente profunda, el arroz con leche fue adaptado a los ingredientes locales y evolucionó hasta convertirse en una receta representativa de la región.
A lo largo de los siglos, el arroz con leche se ha convertido en una receta tradicional de los hogares alicantinos, servida en celebraciones y festividades.
Su preparación y consumo se han transmitido de generación en generación, y en la actualidad sigue siendo un postre indispensable en cualquier menú familiar.
La receta
En la provincia de Alicante, la receta del arroz con leche se diferencia de las de otras regiones españolas por su toque particular de especias.
Además, algunas abuelas no dudan en incorporar a la receta ingredientes locales.
Lista de ingredientes
• Arroz de grano corto
• Leche entera, incluso puedes utilizar leche de granjas locales para más sabor
• Azúcar blanco
• Cáscara de limón o naranja
• Canela en rama y canela molida
• Sal
• Anís o licor de naranja para un toque especial
Preparación
• Cocción del arroz: A diferencia de la técnica de hervir directamente en la leche, en Alicante es común cocer primero el arroz en agua durante unos minutos. Una técnica que ayuda a que el arroz se mantenga tierno y conserve su textura cuando se incorpore la leche.
• Infusión de la leche: Acto seguida, tendrás que calentar la leche a fuego lento con la cáscara de limón o naranja y la canela en rama.
Un paso fundamental para que la leche absorba los aromas de los cítricos y la canela.
• Incorporación del arroz a la leche: Una vez cocido el arroz en agua, se escurre y se agrega a la leche infusionada.
Aquí, tendrás que bajar el fuego y remover el arroz con frecuencia para evitar que se pegue al fondo. La cocción lenta permite que el arroz libere el almidón, logrando una consistencia cremosa y suave.
• Toque final: Cuando el arroz alcanza la textura deseada, se añade el azúcar, o también puedes añadir edulcorante para una versión más saludable.
En este punto, algunas abuelas alicantinas agregan un toque de anís o licor de naranja antes de servir.
• Presentación: Finalmente, podrás o bien presentar bien tu preparación en pequeñas cazuelas o cuencos de barro o bien en el recipiente que tú quieras.
Como toque final, puedes añadir una generosa capa de canela molida, y hasta dibujar formas con ella.
Variantes
Existen algunas variantes en la preparación del arroz con leche dentro de la provincia de Alicante.
En algunas casas, es común agregar ralladura de limón en lugar de la cáscara para intensificar el sabor, mientras que en otras se incluye una pizca de vainilla o una pequeña cantidad de nata, dándole al postre una textura más rica y densa.