Llegan los días de frío a Alicante y con ellos las ganas de calentarse en casa y degustar los platos más típicos del otoño-invierno.
Entre sus múltiples recetas y platos tradicionales, la provincia de Alicante destaca por tener una gastronomía sana y muy arraigada a la dieta mediterránea.
Frutos de esta dieta salen platos llenos de sabor y nutrientes como el potaje de verduras, la borreta alicantina y otros manjares propios de la zona.
Además, existe un plato que, si bien es conocido por toda España, tiene una particular relación con la provincia de Alicante.
Estamos hablando del caldo con pelotas, un clásico de la cocina alicantina durante los días de otoño-invierno.
Siendo un plato emblemático de la gastronomía de la zona, es frecuente ver a las abuelas elaborarlo, especialmente en la época de Navidad.
Este guiso tiene sus raíces en la cocina mediterránea y se destaca por su sabor reconfortante, ideal para los días más fríos, y aunque es conocido por toda España, esta tradicional sopa, también conocida como "putxero amb pilotes" en valenciano, tiene su origen en la cocina campesina de la provincia de Alicante.
En la comarca de la Vega Baja, es tradición consumir este plato el día de Navidad, una experiencia muy reconfortante tras la cena copiosa de Nochebuena.
Ingredientes y Preparación
El caldo en sí se elabora con una base de carnes que generalmente incluyen pollo, ternera y cerdo, junto con huesos de jamón, lo cual le da un sabor profundo y sabroso.
En Alicante se suele cocer a fuego lento durante varias horas con hortalizas como zanahorias, nabos, apio y puerros, lo que aporta al caldo una riqueza de sabores y nutrientes.
Lo que hace único a este plato son las "pelotas", unas albóndigas grandes y esponjosas hechas a partir de una mezcla de carne de cerdo y ternera, a la cual se le añade pan rallado, huevo, perejil, ajo y especias como canela y pimienta.
En algunos casos, se incluyen piñones en la mezcla, lo cual es típico de la zona de Alicante. La masa de las pelotas se amasa cuidadosamente y se forman bolas que luego se cuecen en el mismo caldo, adquiriendo así todos los sabores de la cocción.
Las pelotas tienen una textura suave y esponjosa gracias al pan y el huevo, que le aportan volumen sin hacerlas pesadas.
Al cocerse en el caldo, estas absorben sus sabores y al mismo tiempo enriquecen el líquido, resultando en una sopa espesa y bien condimentada.
Este plato suele servirse con fideos o algún tipo de pasta pequeña, aunque también es común acompañarlo con garbanzos o arroz, que ayudan a hacerlo más completo y contundente.