Comer un buen gazpacho en otoño es uno de los planes habituales para los aficionados a la gastronomía en la provincia de Alicante. Esta es precisamente la temporada alta para muchos restaurantes del interior, donde es habitual este plato. Ahora, en la Playa de San Juan, Mario Amat y Carlos Tomás lo ofrecen en su local.
Desde Petrer y Elda, ambos cocineros reivindican en la avenida de la Goleta, donde se encuentra Fetén, su herencia de las comarcas del Vinalopó, y de Pinós en particular: "Nos parece un plato que es muy interesante y muy de aquí".
En su segundo año al frente de este local demuestran su gran habilidad al abordar platos tradicionales con maestría. Y así lo trasladan al cuidar con mimo un plato disponible en su carta todos los domingos y por encargo el resto de los días.
La demostración de la devoción que sienten por este plato la ejemplifica Tomás. Cuando terminó las prácticas en el premiadísimo El Celler de Can Roca, esta fue la receta que decidió presentar.
Y en la versión que ofrecen ahora en temporada lo hacen con el conocimiento del terreno con que conquistaron a los compañeros y expertos del mencionado local. El uso de la pebrella, una especia alicantina, es una de las claves del sabor.
"Resulta que nadie conocía la pebrella. Nadie. Es una especie muy autóctona de allí y que nosotros basamos el gazpacho en incorporar esa especia", destaca Amat. De la familia del tomillo, "es muy aromática y gustosa, con un punto fresco".
"Aunque estemos en la playa y todo el mundo haga el gazpacho marinero, nosotros nos hemos decantado por las cosas que sabemos hacer y las cosas que llevamos dentro desde pequeños", razona Amat.
Esta versión del gazpacho con conejo es el reflejo del paisaje donde es tan popular: monte bajo en el que crecen especias como el romero, la citada pebrella o el tomillo. Y del que se alimentan los abundantes conejos y liebres.
En Fetén lo sirven también siguiendo la tradición. En el plato se coloca la minitorta y sobre ella los abundantes gazpachos de la cazuela. Al terminar, si el comensal lo pide, sirven la miel que se echa sobre la torta y sirve de postre.
Disfrutar de esta excelente versión del gazpacho en Fetén cuesta 17 euros por persona. El precio medio que tiene el restaurante está en los 30 euros, apuntan.
La visita a Fetén sirve también para disfrutar de otros platos que ya consideran clásicos de su carta. Entre ellos brillan la ensaladilla rusa en la que vierten un huevo frito o, siguiendo con este, la sorprendente Palomita de trufa y setas, un plato que hará las delicias de los creadores en redes sociales por su presentación.
Si lo que se quiere es probar platos de temporada, otro de los que tienen disponible en estas semanas es el de las mollejas con níscalos, una delicia con la que demuestran su interés por la tradición y el trabajo con los ingredientes de temporada.
"Al final, la cocina tradicional es lo que marca la gastronomía y para mí, un plato de vanguardia lo marca siempre la tradición y el recuerdo de cada cocinero", concluye Amat.