Además de su sol radiante y sus playas, Alicante tiene mucho más que ofrecer. Un ejemplo de ello son sus tradiciones gastronómicas, entre las cuales destacan platos y dulces que han conquistado a toda España.

Un ejemplo destacado es la coca boba, también llamada coca maría, un postre sencillo pero exquisito que ha endulzado las mesas alicantinas durante generaciones.

Este bizcocho, esponjoso y húmedo, se distingue por su delicado sabor a limón y canela, convirtiéndolo en una opción irresistible para cualquier ocasión.

Su nombre hace alusión a su facilidad de preparación, ya que utiliza ingredientes básicos que suelen estar presentes en cualquier hogar.

Estos ingredientes se mezclan hasta obtener una masa uniforme que, al ser horneada, se transforma en un bizcocho dorado y suave, perfecto para disfrutar en familia.

Si bien la coca boba es un postre que encanta a casi todos, quienes buscan opciones más saludables pueden sentir cierta reticencia a disfrutarla.

Por eso, existe la posibilidad de reinventar este clásico de las abuelas con una versión más ligera, adaptada a un estilo de vida saludable, sin renunciar al sabor y la esencia que lo hacen tan especial.

La versatilidad de este dulce lo convierte en un acompañante perfecto para el desayuno, la merienda o como cierre de una cena o comida navideña. Además, combina de maravilla con un café con leche o una horchata, dos bebidas emblemáticas de la región.

Aunque su origen exacto se pierde en el tiempo, la coca boba forma parte del legado culinario de Alicante, transmitida de generación en generación.

Su simplicidad y la accesibilidad de sus ingredientes la han consolidado como un emblema cultural que nos conecta con nuestra historia y tradiciones.