Publicada

Conocida en todo el mundo como uno de los platos típicos de España, la tortilla de patatas es sin duda un manjar que es muy popular también en la provincia de Alicante.

Aunque el origen exacto de la tortilla de patatas no está del todo claro, se le atribuye una raíz humilde, siendo un alimento nutritivo y asequible.

Concretamente, se popularizó durante el siglo XIX como una comida ideal para alimentar a grandes grupos de personas, gracias a su sencillez y capacidad para saciar el hambre.

Y es que la tortilla de patatas tiene muchas variantes según la región o el gusto personal.

Uno de los mayores debates formados alrededor de este plato es si se le echa cebolla o no.

Ambas versiones tienen sus fieles defensores y ofrecen sabores únicos: la tortilla con cebolla aporta un toque dulce y jugoso, mientras que la sin cebolla resalta el sabor natural de las patatas y el huevo.

Lo que es cierto es que cada región tiene sus preferencias.

En este sentido, las abuelas alicantinas preparan la tortilla de patatas con un toque especial que refleja el sabor y el amor por la cocina tradicional.

Y aunque cada casa puede tener sus secretos, la receta clásica de las abuelas en Alicante destaca por el uso generoso de aceite de oliva virgen extra y, en muchos casos un poco de queso rallado para añadirle una textura jugosa que la convierte en un manjar irresistible.

Los ingredientes básicos para elaborar la tortilla de patatas al estilo de las abuelas alicantinas son los siguientes: 4-5 patatas grandes, 5-6 huevos frescos, 1 cebolla (opcional, pero frecuente en Alicante), aceite de oliva virgen extra, queso rallado y sal al gusto.

Los pasos para la preparación de la tortilla de patatas al estilo de las abuelas son los siguientes:

- Preparar las patatas: Las abuelas suelen pelar las patatas con paciencia y cortarlas en rodajas finas o en trozos pequeños e irregulares. Esto permite que se cocinen de manera uniforme y absorban mejor el sabor.

- Freír las patatas: En una sartén profunda, calientan una buena cantidad de aceite de oliva. 

- Las patatas se fríen a fuego medio, removiéndolas de vez en cuando para que queden tiernas por dentro y ligeramente doradas por fuera. Si lleva cebolla, la añaden junto a las patatas, cortada en tiras finas, para que se caramelice lentamente.

- Escurrir las patatas: Una vez listas, retiran las patatas y cebollas del aceite con una espumadera y las dejan escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

- Mezclar con el huevo: En un bol grande, baten los huevos con una pizca generosa de sal. Luego, mezclan las patatas (y la cebolla, si se usa) con los huevos y el queso rallado, dejando que reposen unos minutos para que las patatas absorban bien el huevo.

- Cocinar la tortilla: En una sartén limpia, añaden un poco de aceite de oliva y vierten la mezcla. Cocinan a fuego medio-bajo para que la tortilla se haga lentamente y quede jugosa.

El truco de las abuelas. Tras seguir todos los pasos, llega la hora de aplicar el famoso método de las abuelas que consiste en voltear la tortilla con destreza usando un plato o una tapa plana, asegurándose de que quede dorada por fuera y con el interior al punto deseado.

Otros trucos muy importantes es tener la cebolla bien pochada: si usan cebolla, la dejan caramelizar ligeramente junto con una cucharada de azúcar, lo que añade un sabor dulce que equilibra el plato. 

Finalmente, el aceite de calidad es otra de las recomendaciones principales: siempre optan por un buen aceite de oliva virgen extra.