La bandeja de gamba roja lista para comer en el puesto de Felete en el Mercado Central de Alicante.

La bandeja de gamba roja lista para comer en el puesto de Felete en el Mercado Central de Alicante. M.H.

Gastronomía

Este es el mejor local en el Mercado de Alicante donde disfrutar de la gamba roja, "la estrella de los mariscos"

Una de las formas más originales de comerla es en este puesto donde la sirven recién preparada. 

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La pasión por la gamba roja no se acaba nunca. Así lo ve Rafael Reus, quien con tres puestos en el Mercado Central de Alicante como Felete, sabe de la pasión del público por "la estrella de los mariscos". En cada uno de ellos la ofrece de tres formas distintas para vque alorar su sabor sea más fácil.

"Aquí, intento hacer los tres conceptos, uno es la pescadería original, la de toda la vida, vendemos la gamba conforme viene de las lonjas, hoy por ejemplo la que tengo es de Altea", cuenta.

Enfrente de ese puesto se sitúa su bar El loco del mar. Allí es donde presume de que "la hacemos a la plancha y, de vez en cuando, nuestro chef Pascual Perona hace alguna elaboración con gamba roja, que sale muy bien, muy bien".

El plato de gamba roja en El loco del mar, en el Mercado Central de Alicante.

El plato de gamba roja en El loco del mar, en el Mercado Central de Alicante. M.H.

Y la última parada es "el cocedero, ahí la gamba roja tiene que ser excepcional para hacerla hervida, ¿por qué? Pues porque la gamba roja hay de muchas clases, de muchos tipos y al final tienes que ir a la mejor".

¿A qué precios la tiene esta semana? Si se escoge la pescadería, "la tenemos a 76, el kilo, la gorda a 88 y la mediana cortita a 64 euros". En El loco del mar "12 euros la bandeja de 6 gambas y luego la gamba gorda a 4,50 la pieza".

Si se prefiere comerla también in situ pero hervida, "las bandejas de 200 gramos ya seleccionada y con dos copas de champán o dos copas de vino blanco, la vendemos a 19 euros".

Sus años de experiencia como pescadero son los que le han permitido conocer hasta los nombres de los barcos que mejor faenan para ofrecer luego su producto en los mostradores del Mercado.

"Yo tengo que saber qué barcos son los buenos y qué barcos son los malos", razona. "Si un barco cuando sube a bordo, la tría bien escogida y enseguida le pone hielo, no es lo mismo uno que lo tiene a cubierta en el sol durante toda la mañana; si uno cuando sale la gamba, la pequeña la separa, no es lo mismo uno que la mezcla toda", detalla.

Esa es una demostración del cuidado en lo que se llama la trazabilidad del producto que aplican los pequeños vendedores que como Reus están al frente de sus puestos en los mercados. "Es una gran ventaja saberlo", remata.

Y por eso le piden también consejos sobre cómo servir el marisco cuando le realizan grandes pedidos para convites

"Si me piden quisquilla, cigala y gamba roja, les digo que pongan antes el marisco hervido de la quisquilla, la gamba blanca o la cigala. Y en el momento que ya se empiezan a terminar esos hervidos, que salga la gamba roja a la plancha, porque en el momento que sale, se deja de consumir los otros mariscos. Se nota que es la estrella".